Año CXXXV
 Nº 49.622
Rosario,
sábado  05 de
octubre de 2002
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Crisis. Crece la demanda para la autoproducción de alimentos
Huertas y granjas contra el hambre
El Pro Huerta atiende a más de 200 mil personas en Santa Fe. La provincia lanzó su propio programa

El colapso económico que potenció a niveles inéditos el proceso de pauperización iniciado en los últimos años, puso a prueba la capacidad del Estado para atender la emergencia social. Y puso a los organismos tecnológicos como el Inta en la primera línea de combate contra el hambre, al menos en el capítulo que refiere a una de las fórmulas más genuinas de asistencia, como es la autoproducción de alimentos. Así, el programa Pro Huerta, nacido en el año 1990, asistió a una explosión de la demanda. Entre julio y septiembre, crecieron el 70% los pedidos de kit de semillas y capacitación. Sólo en la provincia de Santa Fe, el programa alcanza a 208.000 personas, a las que se suman otras 10 mil cubiertas por el plan Pala-Olla instrumentado por la Secretaría de Agricultura de Santa Fe.
El Pro Huerta nació en el año 1990 con el objetivo de lograr la autoproducción de alimentos para la población con necesidades básicas insatisfechas. Se trata de un programa de seguridad alimentaria dirigido a la población en situación de pobreza estructural (población NBI) y bajo la línea de la pobreza (pauperización por caída de ingresos).
El Inta (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) tiene a su cargo la ejecución técnico-operativa del programa, mientras que el Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente de la Nación (MDS y MA) a través de la Secretaría de Políticas Sociales participa en su planificación y efectúa el control de gestión. En Santa Fe, ha firmado convenios de colaboración con el Ministerio de la producción y en Rosario también trabajan en forma conjunta con la secretaría de promoción social.
Más allá de los objetivos institucionales, el programa se sostiene gracias el trabajo de muchas personas, entre técnicos, agentes de proyecto y voluntarios que hacen de promotores de la actividad.
"Rosario fue uno de los primeros lugares como centro urbano donde se comenzó con este trabajo. Después siguió con el interior y en las zonas rurales, se fue sumando la provincia, la municipalidad y fueron surgiendo otros programas como el de agricultura urbana o crecer, orientado al autoconsumo", indicó Antonio Lattuca, coordinador del proyecto de Agricultura urbana y técnico del Pro-huerta.
La crisis social y económica y el aumento explosivo de la pobreza amplió la demanda del programa"Lo que se ha dado es una masificación en la adopción del programa, por un lado por la experiencia acumulada y sobre todo, porque la gente tiene muchas ganas de trabajar y salir adelante", indicó Lattuca.
Más allá de la propuesta de la huerta, las últimas evaluaciones realizadas por el programa dan cuenta que para los participantes lo más importante es encontrarse, estar con otro, y compartir el trabajo.
Marta Rossini, coordinadora provincial de Pro Huerta,señaló que "se incrementó el número de consultas, de tres o cuatro consultas diarias ahora pasaron a 20", indicó y agregó. "Se ha ampliado el público hacia instituciones, escuelas y municipios que era uno de los objetivos originales del proyecto. De la campaña de otoño que finalizó a fines de julio a la que se avecina, en setiembre, la demanda aumentó casi un 70 %.
A la luz de la ampliación de esa demanda, la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de Promoción Comunitaria lanzaron el programa Pala-Olla, orientado también a la autoproducción de alimentos.
Ambos programas suministran un kit de semillas, en cada campaña, además de la capacitación para el trabajo en la huerta.
Tomasa Ramos, se acercó al Pro Huerta en el año 1992. Con su marido comenzó a armar una huerta familiar, que se fue agrandando con la colaboración de los vecinos y familiares.
Hoy participa en el programa como promotora, asesorando a la gente que se acerca a esta iniciativa. "Lo más positivo es el trabajo en equipo y ahora que se está trabajando en relación al programa Jefe y Jefas de Familia, se está extendiendo mucho más la cadena ",indicó.



Las huertas promueven otra forma de relación social.
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