Año CXXXV
 Nº 49.620
Rosario,
jueves  03 de
octubre de 2002
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Reflexiones
Europa ofrece comercio y ayuda

Poul Nielson y Pascal Lamy (*)

En la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible se reunieron el mes pasado en Johannesburgo ministros, funcionarios, periodistas y hombres y mujeres de la sociedad civil de Argentina. Al igual que en el caso de la mayoría de los países en desarrollo, la delegación de Argentina hizo un llamamiento muy firme en favor de una mejora de las condiciones necesarias para que los países puedan beneficiarse del comercio internacional, señalando los numerosos obstáculos que impiden a las empresas de Argentina y del conjunto de América latina aprovechar las oportunidades comerciales para salir de la pobreza. La Unión Europea (UE) convino en la importancia de que los países en desarrollo se integren plenamente en la economía mundial, pues mantiene la opinión de que, para luchar contra la pobreza, es esencial un aumento del comercio en beneficio de las generaciones actuales y futuras.
La UE se está organizando para ofrecer comercio y ayuda de manera más coherente. En cuanto a la política comercial, ello significa continuar persiguiendo los objetivos de desarrollo, tanto unilateralmente (como se hace con la iniciativa "todo menos armas" para eliminar los aranceles y los contingentes para las exportaciones de los países menos adelantados) como multilateralmente en el marco del Programa de Desarrollo de Doha, en el que nos hemos comprometido a negociar un resultado propicio para el desarrollo con respecto al acceso a los mercados y a las normas de comercio multilateral. En cuanto a la cooperación al desarrollo, significa aumentar los esfuerzos para que los fondos de los donantes se dirijan específicamente a ayudar a los asociados a conseguir beneficios efectivos del acceso a los mercados. La UE ya realiza una activa labor en lo que se refiere a prestar asistencia relacionada con el comercio. Durante los últimos cinco años se gastaron 640 millones de euros en más de 100 proyectos de asistencia relacionados con el comercio en países en desarrollo. Pero, ahora, la UE ha decidido dar un paso más hacia adelante. El 18 de septiembre de 2002, publicó un plan de acción sobre el modo de responder a los llamamientos claros que realizaron los países en desarrollo en Doha, Monterrey y Johannesburgo en favor de una asistencia más relacionada con el comercio. El plan de acción que estudiaremos con los ministros de comercio y de desarrollo de la UE y con el Parlamento Europeo establece una serie de medidas concretas.
En primer lugar, discutiremos con países tales como Argentina cuáles son sus propias prioridades y necesidades. No aplicaremos una política de modelo único. Los países tienen prioridades diferentes y necesidades diferentes. Por ejemplo, muchos países africanos sin litoral no tienen carreteras suficientes para transportar sus productos agrícolas a los mercados; creando esa infraestructura de transportes se puede transformar su economía. El mensaje es que estamos dispuestos a aumentar nuestra asistencia relacionada con el comercio en la medida en que lo consideren necesarios nuestros asociados y que no sólo supervisaremos estrechamente la cantidad de dinero que se dedica a proyectos comerciales sino que también revisaremos la asistencia relacionada con el comercio de manera global en 2005.
En segundo lugar, ayudaremos a los funcionarios y operadores que se ocupan del comercio a sortear las trabas burocráticas del comercio internacional; colaboraremos con los países asociados para ayudarles a ajustarse a las normas de seguridad alimentaria, y trabajaremos directamente con los gobiernos para asistirles en la formación de sus negociadores y administradores y para crear "evaluaciones de impacto en la sostenibilidad" en relación con el impacto ambiental y social de las propuestas comerciales.
En tercer lugar, nos esforzaremos por mejorar la coherencia y la prestación de la asistencia relacionada con el comercio. Todos los donantes deberán trabajar juntos para garantizar que países como Argentina consigan lo que necesitan por lo que se refiere a la asistencia relacionada con el comercio procedente de distintas fuentes. En este marco se ubican, por ejemplo, los proyectos de cooperación que estamos realizando con Argentina en apoyo a las Pymes y los programas con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial para la mejora de la eficiencia y la competitividad de las empresas Argentinas y de Normalización y Certificación Industrial. Todo esto significa invertir el orden de importancia: del que da algo a quien lo recibe. La OMC debe avanzar en esa dirección. Es preciso que la comunidad internacional en su conjunto trabaje de manera más coherente.
En realidad, las políticas de comercio y de desarrollo ofrecen la posibilidad de realizar un cambio enorme. La iniciativa "todo menos armas", que es el régimen comercial libre de contingentes y de aranceles de la UE para los países menos adelantados, ha dado lugar a que muchos de esos países atraigan ahora más inversiones internacionales para aumentar su capacidad de exportación, precisamente porque tienen libre acceso al mercado de la UE.
En opinión de la Unión, el comercio debería prestar servicio al desarrollo, y ese es nuestro objetivo, de la manera más patente en el Programa de Desarrollo de Doha. La UE ha oído el mensaje lanzado por sus asociados en las conferencias de Doha, Monterrey y Johannesburgo. Estamos de acuerdo en ofrecer tanto comercio como ayuda.
(*) Comisario de Desarrollo y Ayuda
Humanitaria y Comisario de Comercio de la Unión Europea, respectivamente.


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