Año CXXXV
 Nº 49.612
Rosario,
miércoles  25 de
septiembre de 2002
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Reactivación. La inversión, una forma segura para guardar las ganancias
Exportaciones del agro despiertan optimismo en el sur de Santa Fe
La agroindustria aumentó un cincuenta por ciento sus ventas y triplicó sus ingresos gracias a la devaluación

Gustavo Orellano / La Capital

Como en décadas pasadas, el campo se ha convertido en el principal motor de la economía regional. La mayoría de las localidades del sur santafesino comienzan a mejorar su situación a partir de la recuperación económica de los sectores de la producción agrícola. Sin embargo, el panorama no es auspicioso para todos: el comercio y las empresas proveedoras de servicios no logran salir de la recesión, tampoco pueden hacerlo las industrias dedicadas al mercado interno.
En comparación con el año pasado, la agroindustria santafesina aumentó sus ventas en un cincuenta por ciento, con lo cual -devaluación mediante- se triplicaron sus ingresos y hubo una recuperación de puestos de trabajo, que crecieron en un veinte por ciento. Pero estos indicadores representan una paradoja, porque la inversión en maquinarias es ocasionada por la desconfianza en el sistema financiero, que induce a la mayoría de los chacareros a capitalizarse para conservar en forma segura los jugosos ingresos generados por los buenos precios de los cereales.
Sólo en Las Parejas -que concentra el 11 por ciento de los establecimientos metalúrgicos santafesinos- el sector facturó en julio unos 9.500.000 pesos, casi once veces más que las ventas registradas en enero (873.000). Tal evolución es similar en el resto de la provincia.
Según un estudio realizado por el Centro Industrial de Las Parejas, la veintena de empresas de la zona vendió unos 14 millones de pesos en herramientas agrícolas, mientras que en el mismo período de 2001 la comercialización alcanzó los cuatro millones. Las Parejas, Las Rosas, Armstrong, Casilda, El Trébol, Firmat, Fuentes, Bustinza, Arequito y Venado Tuerto -que representan el 60 por ciento de la producción agroindustrial en Santa Fe- son algunas de las localidades donde más crecieron las ventas.
Si bien no existen datos oficiales, los niveles de producción de maquinarias agrícolas superan a los registrados en los últimos años. Un trabajo del Consejo Federal de Inversiones indica que la actividad económica del sector había caído un 44 por ciento entre 1997 y 2000, tendencia que recién ahora empieza a revertirse con el repunte del campo y la devaluación.
Otro dato de suma importancia y ejemplificador sobre el despegue de la actividad metalúrgica es que durante ese período las importaciones fueron siete veces mayores a las exportaciones. Ese panorama contrasta con lo que ocurre actualmente, ya que los productos nacionales sustituyen a los importados y, además, mejoran las expectativas de exportación. No obstante, el principal espacio comercial de la maquinaria agrícola es el mercado nacional.

Incertidumbre
"El escenario es positivo para la industria agrícola, pero no sabemos si se podrá sostener en el tiempo debido a la falta de credibilidad que despierta en los organismos internacionales el cuadro político y económico del país", sostuvo el secretario de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Carlos Capisano.
El dirigente aseguró que "recién se están haciendo los primeros esfuerzos para que el sector gane mercado externo" y, en ese sentido, anunció que el próximo sábado ochenta empresarios de la región se reunirán en Las Parejas para discutir el tema en el marco de un programa lanzado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Unión Industrial Argentina (UIA), de la cual es protesorero.

Industria frigorífica
Una mejoría similar a la de la maquinaria agrícola experimentan los frigoríficos exportadores radicados en Santa Fe, cuyo ritmo de producción creció significativamente en relación con el año pasado, cuando la reaparición de la aftosa y el consiguiente cierre de los mercados externos de carne desembocó en una profundísima crisis al sector. Su reapertura trajo aparejada la recuperación de numerosos puestos laborales.
A pesar del panorama optimista, el sector frigorífico se reactivó a medias porque los establecimientos que producen para el mercado interno venden cada vez menos debido al alto precio de la carne en el mostrador y la caída del poder de compra de los consumidores.
Los números demuestran que el panorama de las industrias cárnicas que no exportan es complicado: aumentó el costo de producción (el precio del ganado en pie se fue de 80 centavos a 2,20 pesos) mientras las ventas cayeron casi un 35 por ciento.
El mismo panorama presentan empresas de otros rubros que destinan su producción al consumo nacional. Por ejemplo, las industrias del mueble o de artículos para el hogar que no venden al exterior están atravesando por una difícil situación.
"Los fabricantes de electrodomésticos están en un 15 por ciento de su producción, salvo quienes exportan a Brasil, México o Uruguay. Los que producen para el mercado interno venden poco porque no hay crédito y el poder adquisitivo cayó notablemente", consignó el presidente de la Asociación Industriales Metalúrgicos de Rosario, Bernardo Basílico.

Comercio y servicios
Tampoco el comercio se recuperó de su recesión, aunque se nota en el sur santafesino un repunte en la industria de la construcción y del mercado inmobiliario a raíz del movimiento económico que generaron las actividades en el campo. La demanda de camionetas y camiones también creció, aunque los niveles de venta todavía están por debajo de lo esperado. Sí pegó un salto la comercialización de autopartes para terminales automotrices nacionales y extranjeras, fundamentalmente brasileñas.



La fabricación creció en el último tiempo considerablemente.
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