Año CXXXV
 Nº 49.609
Rosario,
domingo  22 de
septiembre de 2002
Min 8º
Máx 19º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





El viaje del lector
Asis: Tras los pasos de San Francisco

En esta nota me referiré a un tramo no siempre incluido en los circuitos turísticos de Italia y que recomiendo vivamente realizar: San Marino-Asís.
Dejamos la pequeña república de San Marino en una mañana cargada de neblina. Apenas se podían divisar las casitas desparramadas por las laderas de las colinas y en los verdes valles. En lo alto del monte Titano las tres fortalezas parecían monjes erguidos y vigilantes. Después de descender por sinuosos caminos, el autobús tomó por la carretera que nos llevaría a Asís. Estaba saliendo el sol y todo se veía hermoso, especialmente los campos tan prolijamente cultivados hasta lo alto de los cerros.
Atravesamos los Apeninos pasando por túneles larguísimos. El paisaje se hacía cada vez más imponente. La carretera es la vía Flaminia, ruta construida por los romanos A.de C. y que termina en Roma. Estábamos en plena región de la Umbría, la tierra de San Francisco. Pasamos por Gubbio, un pueblo medieval enclavado entre montañas. La emoción embargaba a todos los pasajeros ante la majestuosidad del lugar.
Faltaba muy poco para Asís y en el autobús nadie hablaba, se había creado un clima especial, como de magia. ¿Sería por la imponencia del paisaje de la Umbría, o quizás por el recuerdo del santo? Hasta que finalmente se divisó Asís a lo lejos, en la cima de una colina.
Recorrerlo es volver a los tiempos de San Francisco, porque todo allí lo recuerda: la iglesia de Santa María de los Angeles, donde está la capilla en la cual, ya enfermo, recibió los estigmas de Cristo, y la hermosa basílica, que alberga la tumba del santo en una capilla inferior, y en otra superior se aprecian los magníficos frescos de Giotto que ilustran momentos de la vida de San Francisco.
Desde una terraza se observa el encantador paisaje del valle y del pueblo que parece detenido en el tiempo, por su aspecto medieval, con las viejísimas casas de piedra y las callecitas ondulantes pobladas de negocios de recuerdos y artesanías de la zona. ¡Qué clima delicioso de paz y serenidad se respira en el lugar, sólo quebrado de vez en cuando por el bullicio de los turistas! Dejamos Asís con el corazón inundado de emoción. El bello paisaje quedaba atrás y una tenue llovizna nos acompañó hasta Roma.
Liliana Savignano



Con casas de piedra, Asís tiene un aspecto medieval.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
¿Cómo participar?
Diario La Capital todos los derechos reservados