Año CXXXV
 Nº 49.604
Rosario,
martes  17 de
septiembre de 2002
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Tres casos testigo que terminaron en escándalo

El caso del edificio de Laprida al 1800 no inaugura la polémica en el área de Obras Particulares. Tres situaciones donde sobrevoló el tráfico de influencias terminaron con la renuncia de dos secretarios de Planeamiento, durante la gestión de Hermes Binner al frente de la Intendencia.
Playa Juramento. Está ubicada en Córdoba entre Laprida y Buenos Aires. Pero nunca comenzó a funcionar. El 19 de noviembre de 1998. La Capital publicó que la Secretaría de Planeamiento autorizó la obra en franca contravención de una norma votada por el Concejo Municipal. A partir de allí, el por entonces titular del área, Rubén Palumbo, se sostuvo entre fuegos cruzados para dirimir de quién era la responsabilidad ante la irregularidad cometida. El mayor argumento del ex funcionario fue su desconocimiento sobre la construcción de la playa, a pesar de que podía observarla desde las ventanas de su oficina, instalada en los altos del Correo central. Presentaciones judiciales por presuntos cohechos y acciones judiciales en contra del municipio precipitaron la renuncia de Palumbo el 6 de mayo de 1999.
Parking de San Juan y Entre Ríos. En este caso se detectó tráfico de influencias en la habilitación para construir la playa. Las irregularidades precipitaron la renuncia del titular del Programa de Preservación del Patrimonio Urbano, Gabriel Asorey. A través de él, el Programa avaló el pedido de excepción del retiro obligatorio de la línea de edificación, pero el Concejo decidió rechazar su aprobación. Junto a Asorey debió abandonar su cargo el coordinador de la repartición, Eduardo Arbio, ambos sospechados de ofrecer sus servicios profesionales en la ejecución de la obra.
La casona del Paseo del Siglo. Un último suceso que marcó irregularidades se dio a partir de la demolición de una casona centenaria de Córdoba 1646, según publicó La Capital en febrero de 2001. Lo llamativo es que el arquitecto que aparece a cargo de la demolición, Ademar Cerfoglio, era a la vez titular de la Oficina de Proyectos de Arquitectura, que está bajo la órbita de Planeamiento. El inmueble estaba contemplado en el Programa de Preservación Urbano. La demolición se llevó consigo al por entonces titular de Planeamiento, Sebastián Bonet.


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