Año CXXXV
 Nº 49.602
Rosario,
domingo  15 de
septiembre de 2002
Min 8º
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Esta semana se conocerá el veredicto final
Ramallo, el juicio: A la puerta de alegatos y condenas

Sergio M. Naymark / La Capital

A poco más de un mes del inicio del juicio oral y público que intenta echar luz al copamiento e intento de robo de la sucursal Villa Ramallo del Banco Nación, y al comenzar la semana en la cual se conocerán los alegatos y el veredicto del Tribunal Oral Federal número 1, sólo resta saber si alguno de los nueve imputados resultará absuelto o, en caso contrario, cuántos años de condena le corresponderá a cada uno. Y hablar de condenas no es poco, ya que la sumatoria de los delitos que les imputan prevén penas duras en el Código Penal de la Nación.
La requisitoria a juicio elevada por el fiscal Pedro Luciano González Valle considera que los acusados han sido parte de una "asociación ilícita" cuyo fin fue el "robo calificado -en grado de tentativa" del banco. A partir de eso, y por lo ocurrido dentro de la institución, las imputaciones se extienden a la "tenencia de explosivos y privación ilegítima de la libertad", todo ello agravado por el desenlace del episodio con los "homicidios en ocasión de robo". Tales figuras son discriminadas en cada uno de los imputados teniendo en cuenta el presunto rol cumplido en la banda, algo que a lo largo de las jornadas pasadas ellos mismos se encargaron de desmentir.
* Carlos Sebastián Martínez: Lo acusan de ser uno de los planificadores del atraco, de conseguir armas, explosivos y vehículos para que la banda concrete su objetivo y también de ser uno de los delincuentes que estuvo dentro del banco privando de su libertad a los rehenes. Además, está imputado de causar con su accionar los homicidios que pusieron fin a la trágica jornada. Durante sus testimonios ante el tribunal, el hombre asumió sus culpas, aunque dijo que siempre "fuimos tres" (por él, Javier Hernández y Martín Saldaña) y desvinculó a los demás imputados de ser parte de una "asociación ilícita". Además de plantear que "no tenía antecedentes penales", dijo no haber "disparado ni un tiro" de los cuales le endilgan como causantes de las muertes. Y pidió ser juzgado "por lo que hice y no por lo que no hice". También recordó su idea de "entregarse" a la policía en varias ocasiones durante las 20 horas que se extendió el hecho y terminó pidiendo perdón "a los familiares de Chaves y Santillán", los rehenes asesinados.
* Raúl Oscar Mendoza: El ex concubino de Mónica Saldaña es, para la acusación, otro de los integrantes de esta asociación ilícita. "Tomó parte de las reuniones previas, le tocó efectuar el relevamiento de las cercanías del banco, y el 16 de septiembre de 1999 se encargó de distraer a quienes pudieren haber resultado testigos" del hecho. Pero Mendoza negó todo ello ante el tribunal cuando pidió "que todos oigan". Afirmó haber viajado a Villa Ramallo la mañana de aquel día en el remís de Silvia Vega "que manejaba rápido y nerviosa" pero con el objetivo de concurrir a una entrevista "de trabajo". Como esa reunión se frustró volvió a su casa de San Nicolás, donde se enteró de lo que pasaba "por televisión". Se desligó de los encuentros previos hechos en su casa aunque admitió que hubo "sucesivas" reuniones en las que participaron su cuñado (Martín Saldaña), Hernández y los imputados Cabral, Aguilar y Céspedes. Aunque tras el testimonio del "morocho de bigotes" (ver Vilches y Aguilar), Mendoza dijo que había inventado su declaración ante el tribunal federal.
* Silvia Liliana Vega: Su condición de remisera y de amistad con Martínez llevó a la fiscalía a acusarla como partícipe primaria del hecho. Habría sido parte de la planificación del atraco y, con su vehículo, haber "contribuido al rápido y permanente contacto entre todos" los integrantes de la banda, según dice la requisitoria a juicio. Asimismo, le imputan haber colaborado con las maniobras distractivas llevadas adelante el día del episodio. Vega reconoció ante el tribunal su relación "comercial" con Martínez, pero fue enfática al desligarse del episodio: "niego rotundamente haber participado de alguna asociación ilícita", sostuvo. También recordó haber viajado desde San Nicolás a Villa Ramallo aquel 16 de septiembre llevando a dos de los imputados (Mónica Saldaña y Raúl Mendoza) y seguida de cerca por otro vehículo, que según la fiscalía era ocupado por el resto de la banda.
* Angélica Beatriz Vilches: La acusan de ser partícipe primaria del hecho a partir de su "estrecha relación" con el resto de los imputados desde mucho tiempo antes del golpe, lo que le habría permitido "operar como nexo entre ellos, facilitarles alojamiento, uso de teléfonos y, posiblemente, vestimenta". En sus palabras ante los jueces, la mujer asumió haber conocido a Javier Hernández (el delincuente abatido en la balacera) al visitar a su pareja en la cárcel de Coronda y haberlo alojado en un par de ocasiones en su casa, aunque fuera de la sala de audiencias sostuvo que el Pata la "traicionó". Negó haber sido parte de banda alguna y denunció a un hombre "de bigote y pelo largo, morocho, ordinario y con aspecto de sucio" por haberla presionado psicológicamente durante su detención en Prefectura. Ese hombre, también acusado por el imputado Jorge Andrés Aguilar, fue identificado en una audiencia posterior como el oficial José Luis Pérez, con quien mantuvo un careo.
* Aldo Antonio Cabral: Este cabo de la bonaerense está acusado de ser el vínculo entre los delincuentes y la policía. Su misión habría sido la de aportar al grupo el handy en frecuencia policial con el cual los delincuentes que ingresaron al banco se comunicaban con el exterior. Sin embargo esa prueba jamás fue hallada porque el handy desapareció misteriosamente de la escena. Asimismo, le imputan haber brindado el plano del banco asaltado, hecho a partir de sus visitas previas a la institución con el pretexto de conversar con sus colegas de guardia. Su condición de uniformado le permitió permanecer "en el lugar hasta los momentos finales", dice la acusación. Pero Cabral desmintió las imputaciones: "Fui policía durante nueve años y nunca me involucré en nada...estuve en allanamientos y si me quieren involucrar...", afirmó y dejó la sospecha ante los jueces. Además negó su participación en el hecho, del cual dijo que se "enteró por televisión" y sostuvo que no conocía "el Banco Nación por dentro. No ingresé nunca, ni siquiera a pagar un impuesto".
* Jorge Aguilar: Para la acusación, participó activamente de las reuniones previas al golpe y conocía de antemano a los demás acusados. Su condición de ex soldado voluntario y sus conocimientos de mecánica lo llevaron a ser imputado por "reparar un rodado y suministrar explosivos, con lo que facilitó la capacidad operativa" del grupo, además de "acondicionar las armas" usadas por la banda y suministrar el trotyl que fue colgado al cuello del gerente Carlos Chaves a lo largo de la toma del banco. Al hablar ante el tribunal, el joven dio su "única versión", desestimando así lo dicho ante la Prefectura durante la instrucción ya que denunció haber sido "presionado" por un hombre al que caracterizó de igual manera que la imputada Vilches. "Tuve que decir tantas mentiras sin darme cuenta de que estaba diciendo una terrible grosería en mi contra", aseguró Aguilar. Y afirmó: "Tengan en cuenta que están frente a una persona que se quiere regenerar. Si cometí un error lo tengo que pagar, pero no puede ser que mi único error haya sido ser amigo de Sebastián (Martínez)".
* Norberto Fabricio Céspedes: "Ojito" está acusado de participar de "las reuniones de planificación" en su casa y de "la logística del grupo", al cual le habría aportado teléfonos celulares y de ocultar "la moto y el Renault 19" usados en el robo. Lo complica el hallazgo en el auto del gerente asesinado de dos celulares registrados a su nombre. El ex vendedor de telefonía móvil reconoció su amistad con Martín Saldaña como así también haberle activado dos aparatos a Sergio (Javier Hernández), pero negó el uso de su casa para planificar el atraco y se desvinculó de la banda y del golpe: "Soy totalmente inocente", afirmó.
* Mónica Cristina Saldaña: A la hermana de Martín Saldaña, el asaltante que murió ahorcado en una comisaría tras ser detenido, la acusación le asignó el rol de planificar el golpe, hacer el relevamiento previo y maniobras distractivas durante el inicio del episodio. Ante el tribunal reconoció que un día antes del golpe su hermano le dijo "que iba a robar el banco". Y que el 16 de septiembre viajó a Villa Ramallo -junto al imputado Raúl Mendoza y sus dos hijas- a pedido de Martín para "llevarle un casco de motociclista". Se desvinculó de la banda y dijo que en su casa "nunca se hicieron reuniones ni hubo armas".
* Alberto Aguirre: "No tengo nada que ver con esto" fue lo único que dijo. En sus antecedentes figura haber sido cómplice del Pata Hernández en el robo a la sucursal Arroyito del Banco de Santa Fe en 1995. Está inculpado de "participar de las reuniones preparatorias", del "entrenamiento" de la banda y de estar frente al banco el día del robo tras llegar en una moto. Esto lo desmintió Martínez: dijo que el rodado lo conducía Hernández. Lo vinculan una serie de llamadas hechas desde su casa al Pata, pero su hermana dijo que las hizo ella, que tenía un romance con el delincuente asesinado.


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