Primavera junto al rio

Cuentan los lugareños que hace algunos años un barco arenero se hundió frente a las costas de Rosario. El naufragio provocó que el lecho del río comience a sedimentarse y se forme un promontorio de arena sobre la embarcación encallada, que con el paso del tiempo fue ganando volumen. Luego, el trabajo de las dragas y la falta de correntada completaron la superficie del islote de arena blanca. Hoy el lugar es conocido como el Banquito. Allí funciona el balneario Vladimir, donde el próximo fin de semana se celebrará la llegada de la primavera.
Desde el viernes y hasta el domingo próximos, Vladimir le dará la bienvenida a la estación de las flores ofreciendo a los visitantes su extensa playa, cancha de vóley, servicio de bar, vigilancia, guardavidas, sanitarios y duchas en la playa.
Durante los tres días las lanchas comenzarán a cruzar desde La Fluvial a partir de las 9.30 y el retorno está previsto para cuando el sol comience su retirada. Sin bien la tarifa del día de playa en la isla todavía no está definida, con el pasaje de ida y vuelta se ofrecerá una consumición en el complejo. No se permitirá el cruce con bebidas alcohólicas.
La actividad del balneario, ubicado en la isla a la altura de avenida Pellegrini, continuará todos los fines de semana de septiembre y octubre, proseguirá en noviembre con la posible incorporación de los jueves y viernes y tendrá su mayor desarrollo después de la finalización del ciclo lectivo. Para evitar inconvenientes con los perros que muchas personas cruzan a la isla en sus lanchas particulares, Vladimir recomienda dejar a las mascotas dentro de la embarcación o en su defecto que permanezcan atadas cerca de sus dueños. De esta manera busca brindar mayor tranquilidad a quienes concurren con niños.
El balneario comenzó a forjarse promediando la década del 90 y en la actualidad es uno de los paradores isleños preferidos por los rosarinos. Cuando el sol de enero y febrero cae a plomo sobre los habitantes de la ciudad, se estima una concurrencia entre 3.000 y 4.000 personas.
A sólo 8 minutos de navegación desde el centro de la ciudad, Vladimir propone una extensa playa de arena fina, la posibilidad de introducirse en el río sin temor y un servicio de bar para todos los gustos.