El Fondo Monetario Internacional (FMI) postergó por un año el vencimiento de 2.700 millones de dólares que debía pagar la Argentina el 9 de septiembre y la semana próxima comenzarán las negociaciones para reformular el programa económico incluido en la carta de intención que envió el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
"Hace unos minutos nos acaban de informar desde el FMI que sin ningún tipo de oposición fue aprobada la postergación del vencimiento de casi 3.000 millones de dólares previsto para septiembre", dijo Lavagna ayer por la tarde.
El funcionario confirmó además que una misión encabezada por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, viajará a los Estados Unidos la semana próxima para continuar con las negociaciones y avanzar en la redacción de la carta de intención.
La labor de Nielsen se centrará en incorporar, a partir del borrador que fue remitido por el gobierno, los resultados de la reuniones que en los últimos días se realizaron en Buenos Aires.
El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, había anticipado por la mañana que el Fondo enviaría en los próximos días un borrador propio de carta de intención, con las metas a negociar con la Argentina.
El anuncio de la postergación del vencimiento de septiembre se produjo un día después de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, y su segundo, John Taylor, criticaran la falta de consenso político en el país para firmar un acuerdo con el Fondo y aseguraran que el programa propuesto por Argentina era insuficiente. Ayer fue el titular del organismo, Horst Köhler, quien se sumó a la presión a favor de un acuerdo político previo para cerrar la negociación que permita postergar vencimientos de deuda hasta fines de 2003.
El miércoles, el presidente Eduardo Duhalde había reaccionado frente a las críticas de O'Neill, asegurando que no había que prestar atención a sus comentarios. Ayer, el jefe de Gabinete se sumó a la postura de su patrón y aseguró que la Argentina "no es O'Neill-dependiente".
Lavagna, en cambio, siguió apoyándose en las críticas del organismo y del gobierno estadounidense para lograr respaldo político. En declaraciones formuladas en el Palacio de Hacienda, luego de reunirse con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, confirmó que el jefe de la misión del Fondo, John Thornton, permanecerá hasta hoy en el país debido a los avances en la discusión.
Durante el encuentro con Iglesias se firmó un convenio por el cual la entidad aportará 100 millones de dólares para implementar un programa de apoyo a las micro y pequeñas empresas. El préstamo que otorgó el BID es a 20 años de plazo con un período de gracia de 4 años y a tasa de interés variable.
Lavagna y su vice, Guillermo Nielsen, se reunieron ayer por espacio de casi dos horas con Thornton, el director de asuntos monetarios, Stefan Ingves, y el de Asuntos Bancarios, David Hoelschire. Durante ese encuentro fue notificado de la decisión del FMI de postergar el pago de deuda correspondiente a septiembre.
Candidatos aparte
El ministro afirmó que "no se le va a pedir" a los candidatos presidenciales "ninguna opinión" sobre el acuerdo con el FMI.
El jefe del Palacio de Hacienda condicionó el pedido de opinión al sector político a que "exista un preacuerdo claro y concreto y un texto preciso", al considerar que "no sería ni justo ni correcto preguntar sobre algo que aún está indefinido".
En el otorgamiento al Brasil de 30.000 millones de dólares por parte del FMI, fue decisiva la aprobación a las negociaciones de parte de los tres principales candidatos a suceder a Fernando Cardoso en la Presidencia a partir del año que viene.
En Argentina, las negociaciones con el FMI se complicaron luego de una serie de decisiones de la Corte y el Congreso que fueron mal vistas en el exterior. No tanto por el impacto que tienen en sí mismas como por ser emergentes de la atomización del liderazgo político. Mientras el director gerente del Fondo y el secretario del Tesoro de EEUU reclamaban consenso en torno de un programa económico, el "ala política" del gobierno mostraba los dientes.
"Lo dicho por O'Neill no es otra cosa que una forma un poquitito exagerada de marcar que varió el escenario para presentar la carta de intención y, en ese marco, se hace necesario un cambio de esas variables", señaló el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.
La carta de intención generó interpretaciones contradictorias entre Economía y los funcionarios más cercanos a Duhalde.
La Ciudad
