Javier Felcaro / La Capital
"Si el próximo presidente miente, va a durar lo que dura un merengue en la puerta de un colegio cuando sale un alumno: un ratito. La gente lo va a echar". En su segundo desembarco en Rosario en una semana, el precandidato justicialista José Manuel de la Sota lanzó duras parábolas dirigidas a sus rivales, alertó sobre el riesgo de nuevos "hechos de violencia", criticó tanto a la Corte Suprema como a quienes impulsan su juicio político y dio señales de querer marcar la cancha en Santa Fe.
Tras sintonizar con los alertas emitidos por los obispos y la líder del ARI Elisa Carrió (ver página 9), De la Sota advirtió a La Capital: "O somos capaces de cambiar o vamos a vivir hechos de violencia, porque hay una demanda social en ese sentido".
El postulante consideró que si el presidente Eduardo Duhalde "logra que la gente vote y que se produzcan los cambios buscados, habrá sido justificada (su gestión), pero si esto se agrava y, encima, se crean incertidumbres electorales, no será buena".
La encrucijada con el juicio a la Corte también acaparó la atención de De la Sota. "Hubo una acusación generalizada, algo que le hizo perder valor. Además, ¿qué pensaría el mundo de un país que echa a todos los miembros del alto tribunal?", se preguntó el cordobés, quien aconsejó: "Hay que cambiar el Poder Judicial". De todos modos, cuestionó a los magistrados que "amenazan con resoluciones que pueden provocar un conflicto terrible".
"Yo quiero recorrer toda la Argentina", enfatizó De la Sota, interrogado sobre su eventual interés de captar al electorado provincial, huérfano tras el renunciamiento de Carlos Reutemann. "Más allá de los números, quien quiera gobernar tiene que estar en todos los lugares", sentenció. Sin embargo, prometió volver a Santa Fe en unos 20 días. Y también está preparando un raíd a gran escala en Buenos Aires para ver si mueve el amperímetro.
Por la mañana, De la Sota visitó el Palacio de los Leones, donde fue recibido por el intendente Hermes Binner. Ambos mantuvieron una reunión a puertas cerradas (de carácter institucional), que se prolongó por unos 15 minutos. El cordobés no se guardó elogios para la gestión municipal y, obviamente, la situación que atraviesa la Argentina dominó la charla.
Consultado sobre el porqué de la visita, Binner se despachó con un chiste: "Será porque Rosario es la segunda ciudad del país". Posteriormente, el precandidato recaló en el Concejo Municipal, donde se entrevistó con la presidenta del cuerpo, Luisa Donni (PJ), y ediles justicialistas y del PPS.
Si bien Donni destacó que De la Sota "es un muy buen postulante dentro de la oferta existente en el peronismo", evitó especular sobre un posible respaldo político. "Las definiciones no se tomarán individualmente", puntualizó.
La siguiente parada fue el Arzobispado. Allí, De la Sota mantuvo una reunión protocolar con el vicario canciller Martín Puig. Después de una breve caminata por el centro, la hora del almuerzo encontró al cordobés junto a representantes de la Bolsa de Comercio.
Por la tarde, el precandidato recibió en el hotel Plaza Real a intendentes y presidentes comunales de la zona, además de dirigentes políticos, sociales y gremiales, bajo la consigna "El futuro empieza hoy". En un colmado salón Belgrano, aseveró: "El justicialismo es el único partido que hoy sobrevive". Entre los presentes se encontraban Angel Baltuzzi (en su rol de titular del PJ provincial).
El vertiginoso periplo de De la Sota por el taco de la bota santafesina concluyó con la presentación de sus propuestas para superar la crisis en la Asociación Empresaria, frente a un importante número de representantes del sector.
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