Año CXXXV
 Nº 49.593
Rosario,
viernes  06 de
septiembre de 2002
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Le apuntaron a la nuca y debió entregar su auto
Los ladrones subieron en el centro y abandonaron al dueño en Pichincha. Se fueron en su Ford Focus

"Quedate tranquilo, te vamos a robar el auto y nada más". Eso fue lo que alcanzó a escuchar un despachante de aduana que ayer a la mañana esperaba a su esposa sentado frente al volante de un flamante Ford Focus. Le pusieron un revólver en la nuca y se lo llevaron en su propio vehículo para dejarlo finalmente en Catamarca y Suipacha sin causarle un solo rasguño. Los ladrones tuvieron la delicadeza de devolverle los documentos del auto, pero se llevaron el rodado, que no fue ubicado hasta anoche por la policía.
Alberto Eduardo Calvo, de 59 años, se encontraba ayer alrededor de las 8.20 frente a la vivienda de su suegra, en 9 de Julio e Italia. El despachante de aduana estaba al volante de un Ford Focus color bordó, patente DMO 564. El vehículo, según consignaron fuentes policiales, estaba registrado a nombre de su mujer.
A esa hora Calvo tenía que buscar a su compañera por la casa de su madre, en jurisdicción de la seccional 2ª. El asalto se produjo cuando el hombre fue sorprendido por dos desconocidos, que actuaron a cara descubierta y a mano armada.
Uno de los maleantes apareció por el lado del conductor, mientras que el otro lo hizo por la ventanilla del acompañante. De inmediato encañonaron al conductor y lo hicieron correr hacia un costado. "Uno de los ladrones manejaba y el otro se ubicó en el asiento trasero, siempre apuntándole con un revólver en la nuca al hombre", comentó un vocero policial. Así, los tres iniciaron un viaje que duró pocos minutos.
Calvo fue conducido hasta Suipacha y Catamarca, en jurisdicción de la seccional 7ª, donde lo obligaron a bajar. La víctima no fue golpeada ni maltratada. En un momento dado, antes de que desaparecieran con el Focus, el despachante de aduana les pidió a los captores si le permitían conservar los documentos del coche y los particulares de él y de su mujer. Los maleantes accedieron de buenas maneras al pedido y después de un "gracias" mutuos se marcharon con un automóvil que cuesta casi 40 mil pesos.
Calvo incluso llegó a conservar su dinero y luego de ser liberado regresó a la vivienda de su suegra, donde se encontraba su mujer. El robo fue denunciado en la seccional 7ª de Cafferata al 300 y se le dio intervención a la sección Sustracción de Automotores y al Comando Radioeléctrico con un pedido de secuestro del vehículo, que hasta ayer no había sido encontrado.


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