Año CXXXV
 Nº 49.587
Rosario,
sábado  31 de
agosto de 2002
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Uno de los ladrones tenía uniforme de policía
Asaltan una casa en barrio Belgrano y balean a un suboficial
Ocurrió en Cullen al 1100. Seis delincuentes armados llegaron en un auto robado y consiguieron huir

Ariel Etcheverry / La Capital

Un suboficial de policía resultó baleado al tirotearse con un grupo de delincuentes en una casa de barrio Belgrano, cuando se desarrollaba un robo. Los maleantes, uno de los cuales vestía uniforme policial, escaparon tras el enfrentamiento y hasta se llevaron la camioneta del dueño de la vivienda, que abandonaron más tarde a dieciséis cuadras del lugar.
Todo comenzó cuando Domingo Lattuca, propietario de un comercio de repuestos de automóviles, llegaba a su casa de Cullen al 1100 (entre Mendoza y White) a bordo de su camioneta Ford Ranger color verde. Eran poco más de las 22 del jueves y en el interior de la vivienda se encontraban los tres hijos del hombre, su pareja y otros dos jóvenes amigos.
Fuentes policiales relataron que Lattuca fue interceptado cuando había descendido de su vehículo y estaba abriendo la puerta de reja de su casa. Dos hombres le apuntaron con un arma y lo obligaron a entrar.

Con auto robado
Los ladrones habían arribado en un Fiat Uno blanco, que quedó estacionado muy cerca de la camioneta de Lattuca. Más tarde se comprobó que el coche había sido robado esa misma tarde en jurisdicción de la seccional 7ª.
La secuencia del asalto continuó con un grupo de cuatro delincuentes que ingresaba a la casa del comerciante y otros dos que permanecieron en la calle a cargo de los rodados.
Al parecer, uno de los hampones le sustrajo las llaves de la Ford a la víctima y se habría quedado como "campana" sentado frente al volante de la camioneta.
Dentro de la vivienda se vivieron momentos de mucha tensión. Los delincuentes estaban armados con pistolas calibre 9 milímetros -como las que usa la policía- y en todo momento exigieron la entrega del dinero. El comerciante les habría dicho que no guardaba una suma importante y les dio los 400 pesos que tenía en los bolsillos, un reloj y un par de joyas.
Luego, los delincuentes se dirigieron hacia una de las habitaciones de la casa y allí sorprendieron a los tres hijos del comerciante (dos mujeres y un varón de 21, 18 y 14 años). Los chicos estaban acompañados por el novio de una de las mujeres y un amigo del barrio. Todos fueron maniatados y acostados en el piso.
Según fuentes policiales, alguien del barrio habría observado movimientos extraños en el lugar y llamó al Comando Radioeléctrico. En la primera patrulla que confluyó en el sitio estaba el cabo primero Daniel Alegre. De acuerdo a esa versión, el suboficial se encontró con un hombre vestido de policía que le hizo señas desde la puerta de la vivienda.

Enfrentamiento
El efectivo del Comando creyó que se trataba de un colega y avanzó con seguridad. "Es más, el otro le dijo que adentro de la casa estaban robando", describió una fuente de la investigación. Alegre atravesó el jardín del frente e ingresó por una galería techada y cuando se encontraba en un pequeño hall fue atacado a balazos por el individuo vestido de policía.
"Fue algo sorpresivo. El cabo vio que alguien vestido con uniforme le indicaba dónde estaban los ladrones. Lo que menos iba a pensar era que lo recibieran a balazos", comentó un oficial.
Alegre repelió el ataque con su arma reglamentaria, pero recibió tres tiros en el brazo izquierdo, dos cerca del codo y uno en la muñeca. El cabo y su compañero retrocedieron y pidieron refuerzos, mientras los vidrios de tres ventanas quedaban destrozados por los balazos.
Uno de los puntos más llamativos del episodio fue la fuga de la gavilla. El hombre que estaba a cargo en el Fiat Uno habría optado por irse caminando, dejando abandonado el coche con el motor en marcha. En cambio, el otro cómplice que estaba en la calle escapó en la camioneta Ranger. El resto de la banda se fue por la parte trasera de la casa y consiguió eludir el operativo de búsqueda.
Según fuentes policiales, los delincuentes subieron a la terraza de la finca y de allí atravesaron los techos de las casas linderas hasta desaparecer presumiblemente por Campbell. Los investigadores encontraron desparramados en patios y techos partes de uniformes como una camisa, un camperón, un anorak, un pullover tipo tricota, dos capotes que serían antiguos, un portadocumentos policial y una gorra.
"Creemos que el que vestía ropa policial se fue desprendiendo de las prendas mientras cruzaba de techo en techo y las arrojó al voleo", manifestó un oficial. Poco después se reportó oficialmente la aparición de la camioneta de Lattuca. Estaba estacionada en Montevideo y Brasil y en su interior se hallaron también algunas prendas color azul, aunque no se brindaron detalles. El caso ocurrió en jurisdicción de la comisaría 14ª.



Un familiar del dueño de casa donde tuvo lugar el tiroteo. (Foto: Sergio Toriggino)
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