Año CXXXV
 Nº 49.587
Rosario,
sábado  31 de
agosto de 2002
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Tropas alemanas se retirarán de Kuwait si Bush decide invadir Irak
El gobierno de EEUU sigue perdiendo el respaldo de los países aliados para derrocar a Saddam

Berlín y Beirut. - Alemania amenazó ayer con retirar las tropas de Kuwait si EEUU ataca Irak, país que advirtió a Washington que no podrá deshacerse de Saddam Hussein de la misma manera en la que derrotaron a los talibanes en Afganistán. Un vocero del jefe de gobierno alemán, Gerhard Schroeder, dijo en Berlín que los seis tanques y 52 soldados estacionados en Kuwait sólo están allí en el marco de la operación Libertad Duradera contra el terrorismo. Esta operación es liderada por EEUU e incluye a aquellos países que se aliaron a Washington tras los atentados del 11 de septiembre.
La participación de Alemania en esta coalición fue aprobada en noviembre pasado por un mandato del Parlamento y es por ello que el vocero gubernamental explicó que Berlín retirará sus tropas de Kuwait porque considera que un ataque a Irak no se enmarca en la lucha contra el terrorismo internacional y por lo tanto tampoco se encuadra en el mandato del Parlamento. "Si se corre el peligro de que nuestros soldados se vean involucrados en una guerra contra Irak, esto no entraría dentro del mandato parlamentario. Entonces se tendrían que retirar de la zona", reafirmó, por su parte, el ministro de Defensa alemán, Peter Struck En los últimos días, Berlín se opuso rotundamente al "ataque preventivo" que EEUU quiere lanzar contra Irak para derrocar al presidente Saddam Hussein con el argumento de que Bagdad desarrolla armas de destrucción masiva. De hecho, Israel es el único aliado incondicional a una intervención militar contra Bagdad porque las manifestaciones en contra no sólo surgieron de todos países árabes. La Unión Europea tampoco apoyo la intención estadounidense y ni siquiera el Reino Unido ha podido aliarse a Washington debido a la negativa de la opinión pública y del Partido Laborista.

"No somos Afganistán"
Desde Beirut, el vicepresidente iraquí, Taha Yassin Ramadan, advirtió a Washington que "Irak no es Afganistán" y que por lo tanto "no se puede comprar a los dos países". El vice de Saddam respondió así cuando fue consultado luego de una entrevista con el jefe de Estado libanés Emile Lahoud acerca de la posibilidad de que sea constituido un gobierno de Irak en el exilio, al igual que se hizo en el caso afgano antes de la caída del régimen talibán tras la ofensiva militar estadounidense.
Al respecto, la oposición iraquí comunicó ayer que tiene previsto reunirse en septiembre para elegir un gobierno con apoyo de la administración del presidente estadounidense George W. Bush. "Estas conversaciones sobre la oposición iraquí son insignificantes y no merecen respuesta. La oposición no existe y no tiene raíces en Irak", dijo Ramadan.
Por otro lado, el respaldo interno a un eventual ataque a Irak en EEUU también comienza a complicarse. Allí, tres generales de cuatro estrellas retirados se mostraron opuestos a la intención del gobierno de Bush de un pronto ataque a Irak, al que consideraron injustificado. Se trata del general Anthony Zinni, ex director del comando central y de dos comandantes de guerras recientes, el general Norman Schwarzkopf, que dirigió la operación Tormenta del desierto contra Irak en 1991, y Wesley Clark, ex comandante en jefe de las fuerzas de la Otán que participó en la guerra de Kosovo contra la Yugoslavia de Slobodan Milosevic en 1999.
Esas voces se suman a la del también general retirado Brent Scowcroft. "No ataquemos a Irak" ahora, porque ello "pondría en serio peligro, incluso podría destruir la campaña mundial antiterrorista que hemos emprendido" y desestabilizaría Medio Oriente, declaró recientemente Scowcroft, quien fuera consejero para la Seguridad Nacional del presidente George Bush padre. Scowcroft pertenece al ala moderada del Partido Republicano, que considera principalmente que el objetivo de la guerra del Golfo de 1991 era desalojar a los iraquíes de Kuwait, y no derrocar al régimen de Bagdad. (Télam y Reuters)



El presidente libanés (izq) y el vice iraquí, preocupados.
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