Año CXXXV
 Nº 49.586
Rosario,
viernes  30 de
agosto de 2002
Min 2º
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Lo tuvieron como rehén en Villa Manuelita para garantizar un robo
Retienen a un músico en un pasillo, le sacan el auto y saquean su casa
Debió darles las llaves a dos ladrones. Mientras éstos desvalijaban la vivienda, otros dos lo mantenían cautivo

Ariel Etcheverry / La Capital

La idea era comprar un par de computadoras usadas a buen precio, pero la zona donde supuestamente se ofrecían no le trasmitía mucha seguridad a un músico de 35 años, interesado en adquirir al menos uno de esos aparatos. Por eso, y de paso para examinar bien el producto antes de definir la compra, el hombre decidió no llevar consigo los 1.500 pesos que le habían pedido. Pensó que si lo asaltaban, los delincuentes se irían con las manos vacías, pero se equivocó. Cuatro hombres armados con cuchillos lo estaban esperando y, como no obtuvieron el efectivo, lo retuvieron maniatado en un pasillo de Villa Manuelita. Le sacaron las llaves de su casa y con su propio automóvil fueron hasta la vivienda y le robaron desde electrodomésticos hasta indumentaria. E incluso instrumentos musicales.
Lo más insólito del caso fue que los ladrones regresaron a donde estaba cautiva la víctima con la intención de descargar el botín y volver nuevamente hacia la vivienda para recoger el resto de sus pertenencias. Pero todo quedó abortado cuando el vehículo se empantanó en una canchita de fútbol y los delincuentes tuvieron que huir antes de que pudieran descargar todos los objetos. No obstante alcanzaron a llevarse un televisor, una computadora, un amplificador, un bajo eléctrico y varias prendas de vestir.
El hecho se produjo ayer alrededor de la 1. Javier C., de 35 años, trabaja en el rubro de informática y también tiene desde hace unos años un grupo musical en el cual toca la batería. Unos días antes una persona de su barrio le había ofrecido para la compra dos computadoras usadas. El vecino le comentó que los dueños de las máquinas afrontaban problemas económicos y que necesitaban dinero en forma urgente. Entonces la oferta fue de 1.500 pesos por los artefactos.
Según contaron a La Capital fuentes de la seccional 16ª, donde se investiga el caso, Javier tenía que concurrir a un lugar no precisado de Grandoli y Biedma. "Como no le gustó la zona decidió no llevar el dinero", comentó uno investigador. Lo cierto es que el músico llegó a ese sitio en su Fiat Super Europa, pero apenas estacionó por Biedma aparecieron de cuatro a cinco hombres.
"Es evidente que lo estaban esperando y que uno de los delincuentes conocía perfectamente a la víctima", señaló el oficial consultado. Javier y la mujer, cuyos datos no trascendieron, fueron obligados a bajar del coche. Los delincuentes estaban armados con cuchillos y sevillanas y le pidieron que entregara el dinero. Al comprobar que el dueño del coche no tenía encima nada de valor, los maleantes condujeron a la pareja hacia el interior de uno de los pasillos de Villa Manuelita.
Una vez que estuvieron a varios metros de donde había quedado el Super Europa, las víctimas fueron despojadas de sus billeteras y documentos. El hombre tuvo que entregar incluso las llaves de su casa y las del vehículo. Después ambos fueron atados por las manos y allí quedaron, custodiados por dos de los asaltantes. Otro grupo se subió al coche de Javier y encaró hacia su casa.

Carga y descarga
Según trascendió de la denuncia, los maleantes llegaron a la vivienda de la víctima en Aurora al 3200, a varios kilómetros de distancia de Grandoli y Biedma, y cargaron en el automóvil un televisor, un amplificador, una batería, un bajo eléctrico, camperas de cuero, camisas y zapatos del dueño del inmueble.
Una vez que cargaron el auto salieron de regreso hacia Villa Manuelita, donde Javier y su amiga continuaban retenidos. Según comentó un allegado a la investigación, la intención de los ladrones habría sido descargar los elementos robados de la casa y regresar para apoderarse del resto de las pertenencias de Javier. Pero al parecer todo se abortó cuando el delincuente que manejaba el Fiat intentó atravesar la canchita de fútbol de Grandoli y Biedma para introducirse con el auto dentro de la villa. La intensa lluvia que cayó durante todo el miércoles transformó el potrero en un lodazal y el auto quedó atascado en el barro.
Entonces, los delincuentes tuvieron que descargar lo robado y trasladarlo varios metros a pie. Fue en ese momento que agentes del destacamento 24ª, ubicado a una cuadra de ese lugar, detectaron movimientos extraños en ese predio y fueron a ver qué sucedía. Una fuente policial explicó que la llegada de los uniformados precipitó la fuga de los ladrones, que dejaron abandonado el coche con algunas de las cosas de Javier en el interior. Entre esos elementos había algunos instrumentos de percusión y un micrófono. Pero la mayoría de lo robado no pudo ser recuperado hasta el momento.



Los asaltantes arrasaron con todo lo que encontraron. (Foto: Daniel Carrizo)
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