Gabriel González / La Capital
El gobierno santafesino pilotea una serie de gestiones que tienen por objetivo sumar el aporte de capitales privados regionales a la reconstitución del Banco Bisel. Así lo reveló a La Capital el vicegobernador Marcelo Muniagurria, a cargo de la Gobernación, quien la semana pasada presidió en Buenos Aires una reunión para avanzar en esa dirección. Para ellos se reunieron directivos de la entidad crediticia con representantes de media docena de empresas de fuerte presencia en la región Centro y los accionistas cooperativos que participaban del Bisel hasta que fuera abandonado por los franceses del Credit Agricole.
La reunión, efectuada en absoluto silencio durante la tarde del jueves pasado en la Casa de Santa Fe en Buenos Aires, fue en rigor el segundo paso que dio el gobierno de Carlos Reutemann en tren de viabilizar una salida para un banco con una presencia clave en la provincia. El propio Reutemann mantuvo hace casi un mes un primer encuentro con la plana mayor del Bisel, en cuyo transcurso se discutieron las líneas generales de esta estrategia.
Además del vicegobernador participaron del segundo encuentro el ministro de la Producción, Ricardo Fragueyro, y el secretario de Trabajo, Oscar Ercoli. Por el Bisel llevó la voz cantante Juan José Ezama, quien, en los hechos, está al frente de la línea general de la entidad, que actualmente es administrada por medio de un fideicomiso dependiente del Banco Nación y también representantes de los ex accionistas cooperativos.
Del otro lado dieron el presente directivos de cinco destacadas empresas de la zona: la aceitera de la familia Vicentín, que tiene instalaciones en San Lorenzo, Ricardone y Avellaneda; Quickfood, el frigorífico de la familia Bameule con planta industrial en San Jorge; la cooperativa láctea Sancor, con cuartel general en Sunchales; la alimentaria Molinos del grupo Pérez Companc, que controla la aceitera Santa Clara del sur de Rosario; y Agricultores Federados Argentinos (AFA), un fuerte operador en el mercado de granos de Rosario. Estas firmas, más otras dos que no pudieron ser de la partida pero prestaron su conformidad, se mostraron dispuestas a explorar las posibilidades de aportar capital para brindarle una pata regional al futuro paquete accionario del Bisel en el momento que se concrete su venta.
El gerente del Bisel efectuó en el encuentro un detallado informe sobre el estado de situación y fortalezas del banco a partir de su posicionamiento en la actividad agropecuaria, con una distribución geográfica privilegiada en localidades del interior. Ese perfil define otra de sus fortalezas, porque los commodities del campo cotizan en dólares y son más inmunes a la devaluación del peso.
Los números que se barajan dan cuenta de que las necesidades de capitalización estarían en principio entre 30 y 50 millones de pesos. Muniagurria se mostró "optimista" sobre los resultados de este primer encuentro y se armó una mesa de discusión que coordinará el ministro de la Producción, Ricardo Fragueyro, para seguir avanzando. El vicegobernador que por estos días conduce los destinos de la Casa Gris dejó en claro los límites de la estrategia santafesina:
* Existe un firme interés en asegurar la continuidad del Bisel, por la importancia de la distribución geográfica de la entidad y porque brinda empleo a unos 1.700 trabajadores.
* La administración santafesina no tomará las decisiones en torno a la transferencia del Bisel. "La provincia no es la que vende el banco", advirtió Muniagurria.
* El gobierno santafesino está dispuesto a impulsar y acompañar todo el proceso de traspaso, incluso designar un representante en el directorio.
* No existen posibilidades de una estatización -ni siquiera parcial- del paquete accionario. La provincia no aportará capital ni garantías.
* Santa Fe está dispuesta a motorizar gestiones ante el Banco Central para flexibilizar regulaciones que impone la autoridad monetaria a las entidades financieras.
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La Ciudad
