Año CXXXV
 Nº 49.557
Rosario,
jueves  01 de
agosto de 2002
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Análisis: El Lole mide el "efecto" De la Sota

Mauricio Maronna / La Capital

"Vamos a esperar 20 días para saber si el Gallego (por José Manuel de la Sota) mueve el amperímetro", le dijo Carlos Reutemann a uno de sus pocos íntimos, minutos antes de ingresar, ayer, al sanatorio Mapaci. El gobernador observa que son muchos los que no se resignan a su negativa a competir por la Presidencia y que no tiene más margen para la duda.
Reutemann (pese a lo que publicarán en estos días algunos medios nacionales) tiene un buen concepto de De la Sota y no le hará ninguna maniobra sucia que eclipse la módica estrella del cordobés. Si el mandatario mediterráneo logra elevar la intensidad de la corriente en la interna, saldrá a respaldarlo "por lealtad".
Desde su infranqueable búnker de Llambi Campbell, Reutemann se cansó en las últimas horas de recibir llamadas de Felipe Solá, Mauricio Macri y de una multitud de mandatarios provinciales y empresarios que siguen dispuestos a tenderle una alfombra roja. La Fundación Creer y Crecer, de Francisco De Narváez, puso a su disposición el proyecto económico que tenía cerrado con Macri antes de que el presidente de Boca Juniors le dijera "no" a la candidatura presidencial. "Lole parece uno de los mejores. Representa a la sociedad de forma transversal. Creo (que con él), más allá de los candidatos, está surgiendo algo nuevo y absolutamente transversal", reconoció De Narváez al semanario 3 Puntos, que hoy estará en los quioscos.
Lo que pocos saben es que ayer Eduardo Duhalde habló largamente con Reutemann sobre el calendario electoral, aunque el presidente haya dicho que dialogaron sobre "las obras para Santa Fe".
Por su condición de presidente del congreso partidario, el Lole tendrá a su cargo la organización de las encrespadas internas. "Para él eso puede ser una mochila más pesada que la de tener que competir por la Presidencia. ¿Se imaginan a Menem o a Saá denunciando todos los días que el duhaldismo les quiere hacer fraude utilizando a Reutemann?", reseñó una fuente.
"¿Usted cree que a alguien le conviene tenerlo a Menem haciendo denuncias de proscripción? No, al Turco hay que derrotarlo en las urnas, es la única forma para que después te deje gobernar, y no faltarán los que digan que cambié de opinión porque le tenía miedo", dicen que dice Reutemann. "La herida eterna" que confesó padecer al rechazar la postulación obedeció a un acelerado manejo de los tiempos (aunque parezca una herejía tratándose del gran tiempista). ¿Por qué dijo 41 veces "no" frente a un enjambre de cronistas si ni siquiera existía un cronograma electoral?
Desde su silencio sabe que ahora los medios nacionales vienen por más, que el operativo retorno estará en todos los análisis políticos y que, más pronto que tarde, llegará el alta médica que lo mantiene refugiado en su campo. Alguien le sugirió, enigmático, que más allá del calendario electoral, la gran interna peronista (contemplando la partida de Rodríguez Saá y Kirchner, además de un eventual triunfo de Menem sobre De la Sota) se hará el día de las elecciones generales. Una forma elegante de pedirle que vaya sin la sigla PJ.
Reutemann escucha y no dice nada: también sabe que para muchos es el elegido que evitará una polarización de consecuencias imprevisibles. Aunque lo niegue en público, la "llama sigue encendida". Pero habrá que seguir de cerca la oscilación del "amperímetro" delasotista.


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