Fuera de foco

Jorge Simone: "Sólo planteamos preguntas"

El actor dijo que hoy no podría dejar de hacer "Imágenes hipnogónicas"

-¿Cuál fue el objetivo del trabajo?
-La anécdota es sobre un tipo que vende sangre, pero cuando la analizan ven que no sirve porque tuvo demasiadas enfermedades; le proponen entonces que venda partes no vitales del cuerpo; y finalmente que venda el cadáver, con el cual podrán hacer un estudio de los procesos de pauperización. Lo planteamos en el 98. Yo lo armé afuera y lo traje sin conocer la realidad de Argentina. Al poco tiempo vi que una persona ofrecía el riñón en el programa de Susana Giménez. Eso superó la ficción que proponía la obra y entonces apareció la necesidad de potenciar los signos teatrales.
-¿Por qué eligen espacios no convencionales para la puesta?
-El público se siente más seguro y deshinibido; se rompe con el ritual del espectador como objeto; no hay cuarta pared ni gente que mira y otros que hacen. Así se sienten parte del lugar y se convierten en sujeto.
-¿La actualidad hoy sólo puede abordarse con humor?
-Sí, porque esto que contamos es muy duro, pero el humor lo usamos como un elemento persuasivo. Se pueden decir las cosas más duras, pero dichas con humor, aún dentro de un tratamiento serio, pueden ser menos dolorosas.
-¿Se puede abordar cualquier tema desde el humor?
-Hay algunos que no. Por ejemplo el de los desaparecidos todavía no se me ocurre cómo hacerlo porque es un tema que le tengo y merece demasiado respeto. Pero hay que intentarlo para que el público pueda recepcionarlo a través de una sonrisa. El humor actúa como una coraza y pone cierta distancia del dolor.
-¿Dónde presentaron el trabajo?
-En Perú, Chile, Brasil, Méjico, y en cerca de veinte festivales internacionales. También trabajamos para las comunidades indígenas jíbaras del Amazonas, en plena selva.
-¿La vigencia de determinados temas no puede ser frustrante?
-La verdad es que quisiera dejar de hacer esta obra (risas), pero no puedo porque cada vez se profundiza más la situación. Pero también es real que desde el teatro no puedo cambiar nada. Desde las técnicas del teatro popular lo único que puedo hacer es problematizar a la gente, hacerle formular preguntas, que reflexione, pero no bajarle línea. Sino sería frustrante.
-¿Cómo fue la recepción de sectores que no tienen conciencia de esos problemas?
-Por ejemplo con la nación jíbara fue muy impactante. Es una nación con su propio gobierno y sectores más o menos civilizados. En esta puesta no se entiende lo que se quiere sino lo que se puede, por eso acentuamos algunos signos visuales que remiten a la opresión o a la fuerza y al poder. Son signos que no todos los llegan a decodificar, pero sostengo que podemos ser subdesarrollados en lo económico, pero no en lo imaginativo.
"Imágenes hipnogónicas", va hoy, a las 21, en el CEC, Sargento Cabral y el río Paraná.

La obra bucea en la relación de un paciente y su médico. (Foto: Hugo Ferreyra)