Jorge Salum / La Capital
Un fiscal pidió la reapertura de una causa judicial para investigar si hubo responsabilidad penal de las autoridades de una institución privada y de la Municipalidad en la muerte de un nene de 3 años que se ahogó en una pileta donde no había guardavidas, y si es así identificarlos y sancionarlos. Aunque el caso está a punto de cerrar con la condena por homicidio culposo de la docente que estaba a cargo del chico, el funcionario acusa a la entidad de no cumplir con la ordenanza que obliga a poner guardavidas en los natatorios y al municipio de no controlar el cumplimiento de esa norma. El caso se remonta al 29 de agosto de 1998, cuando Federico Nahuel Conti se ahogó en la pileta de la Asociación Cristiana de Jóvenes, en Catamarca al 1200. En diciembre del año pasado el juez correccional Edgardo Bistoletti condenó a la maestra de jardín de infantes que cuidaba a los chicos como la única responsable penal por el deceso del chico, y en el mismo fallo absolvió por el beneficio de la duda a un ex estudiante universitario que desempeñaba las mismas funciones. Aquel fallo fue apelado por la defensa de la maestra condenada, de 31 años, y ahora el juicio continúa en la Sala I de la Cámara Penal. Fue en esa instancia donde el fiscal de Cámaras José María Peña hizo un dictamen en el que por un lado sugiere que se confirme la sentencia y por el otro pide que se investigue la presunta responsabilidad penal de las autoridades de la Asociación Cristiana y los funcionarios de la Municipalidad, que supuestamente no cumplieron con la obligación de velar por el cuidado de los chicos cuando asistían a un programa de recreación para pequeños de entre 2 y 3 años. Según el fiscal Peña, la ausencia de guardavidas en el natatorio donde se ahogó el nene resultó "un factor decisivo" para el desenlace fatal de este episodio. Por eso pidió que se identifique a las personas responsables de esta omisión y se investigue si no cabe sancionarlas penalmente. La maestra que se encontraba junto a Federico y los otros nenes fue condenada a 6 meses de prisión en suspenso e inhabilitada por 5 años para cuidar chicos en una pileta. Hasta ahora, sin embargo, la investigación jamás incluyó a otras personas que no fueran las que estaban a cargo de los niños y que tampoco son las que omitieron poner a un guardavidas pese a que era obligatorio hacerlo. La causa judicial se inició a partir de la denuncia del jefe de cuidados intensivos del Hospital Víctor J. Vilela, donde recibieron a Federico después de que lo sacaran de la pileta cuando flotaba boca abajo y ya no se movía. Al chico lo atendieron en ese nosocomio durante 24 horas hasta que finalmente se produjo su deceso. Cuando lo encontraron, ya inconsciente, en la Asociación Cristiana no sólo no había guardavidas, sino que tampoco contaban con un médico. Para el fiscal Peña esta es otra "falla gravísima" y una muestra más de negligencia por parte de las autoridades de la institución que debe ser investigada hasta identificar a los responsables.
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