Año CXXXV
 Nº 49.557
Rosario,
jueves  01 de
agosto de 2002
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La mitad de la población rosarina se atiende en hospitales públicos
La crisis hizo que la gente busque internaciones gratuitas. Guardias atestadas en el Vilela

Pedro Squillaci / La Capital

"La mitad de la población de Rosario se atiende en hospitales públicos provinciales y municipales". El dato lo confirmó el director de Salud Pública de la Municipalidad, Miguel Angel Cappiello, quien no ocultó su preocupación por la situación de su área. Es que la demanda en los efectores municipales aumentó nada menos que un 36 por ciento en el último año. El colapso generado por la sobredemanda se basa en el desempleo y la crisis, que provocó que la gente no pueda pagar la obra social y se vuelque en búsqueda de una atención gratuita.
El aumento de pacientes se corresponde también con la temporada invernal, pero es más grave que en otros años. "En junio de 2001, la sobredemanda llegó a un 10 o un 15 por ciento, pero ahora trepó a un 36 por ciento", exclamó el funcionario.
Los números hablan por sí solos. En 2001 unas 150 mil personas se atendieron en hospitales municipales, pero los datos que surgen de Salud Pública consignan que esa cifra se convertiría en 250 mil a fin del año en curso.
"Vamos en camino a atender unas 250 mil personas y una cantidad similar pasa por los hospitales provinciales. Lo que significa que la mitad de la población se atiende en nosocomios públicos", destacó Cappiello.
Este fue un año cargado de problemas para la salud pública. En enero, autoridades, médicos y enfermeros se movilizaron para denunciar carencias de todo tipo: desde antibióticos y drogas oncológicas hasta guantes descartables y jeringas. Las soluciones comenzaron a llegar a través de una red solidaria entre los centros de atención públicos, por la cual se cubrieron las situaciones más urgentes para sortear la escasez. En muchos casos, hasta se llegó a decir que las protestas tenían una intencionalidad política, pero la falta de insumos se hacía evidente.
Pero pasó el verano y el frío atestó las guardias hospitalarias, fundamentalmente con enfermedades cardiorrespiratorias. "La semana pasada se llegó a atender a 800 pacientes en un solo día en la guardia del Vilela", confirmó ayer Cappiello.
El secretario de Salud Pública municipal dijo que el aumento de pacientes se manifiesta en todo lo que respecta a ambulatorios, consultorios externos y guardia, sin contar las consultas. "La sobrecarga se hace también notable en los centros de atención primaria de la salud", agregó el funcionario.
Esta situación afecta a los nosocomios municipales, pero también se extiende a los provinciales. En todos los casos, para contener la demanda hubo que contratar profesionales y hacer refuerzos importantes en el sector de enfermería. Pero Cappiello dijo que "podría haber complicaciones en la compra de medicamentos", si se mantiene una media alta de atenciones.
El Hospital de Niños Víctor J. Vilela marca un detonante claro de la situación de colapso por la que atraviesa la salud pública. En las guardias, donde los pacientes deben estar a lo sumo dos horas, se pusieron más del doble de camas para atender a los pacientes. Así, de las 16 camas de internación transitoria se llegó a colocar 40, con personas que pasaron dos y tres días en esa sala. "El incremento de pacientes (sobre todo lactantes) pasa en todos los inviernos, pero el problema es que ahora hay una tendencia de sobredemanda que tiende a instalarse", dijo la directora del hospital, Karem Liljesthrom.
El crecimiento de la demanda en la atención en este hospital trepó un 30 por ciento, motivo por el cual las autoridades se vieron ante la obligación de suspender las cirugías programadas para dar lugar a pacientes con cuadros de neumonías de diversa gravedad.
"Aquí llegan muchos carenciados, pero cada vez es más importante la presencia de gente de clase media que se quedó sin obra social. Como las derivaciones a sanatorios son complejas y costosas, les damos atención porque al paciente hay que darle una respuesta", expresó Liljesthrom.



La guardia del Vilela atendió a 800 pacientes en un día. (Foto: Gustavo de los Ríos)
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