Buenos Aires.- Un empresario dedicado a la compra y venta de metales fue asesinado de dos balazos en el living de su departamento del barrio porteño de Palermo y el homicida incendió luego la vivienda para borrar huellas. Hasta anoche, los investigadores sostenían como principal hipótesis que el crimen está vinculado con la actividad laboral de la víctima.
Además, los pesquisas creen que la mecánica de la muerte violenta y los detalles observados en la escena del crimen demuestran que fue un hecho cometido por alguien "profesional, que sabía muy bien lo que estaba haciendo". Al respecto, voceros del caso informaron que cerca del cadáver del empresario se encontró un par de guantes quirúrgicos que habría utilizado el asesino para no dejar huellas.
La víctima fue identificada como Roberto Aquiles Chizzoni, de 64 años, quien recibió dos balazos en la nuca disparados con una pistola calibre 22, a la que le habrían colocado un silenciador, dijeron los informantes.
Una vaina de ese tipo de proyectil fue encontrada junto al cadáver del empresario, que estaba en el piso del living del departamento de tres ambientes que habitaba en avenida del Libertador 6270.
Los investigadores de la seccional 51 y de la división Homicidios de la Policía Federal están abocados al esclarecimiento del hecho, que investiga el fiscal de instrucción porteño Daniel Morín.
Una de las sospechas más firmes que manejan los pesquisas es que Chizzoni fue asesinado por un conocido, ya que la puerta de ingreso al departamento no estaba forzada, es decir que fue abierta por quien se encontraba adentro en ese momento.
Lo curioso es que el edificio en el que vivía Chizzoni,cuenta con personal de vigilancia las 24 horas, además de un portero que pasa varias horas en la entrada.
Ambos hombres declararon ayer en la seccional 51, aunque ninguno recordó haber visto a alguien ingresar al edificio con intenciones de visitar al empresario.
El caso fue descubierto la noche del martes cuando tras extinguir un incendio, los bomberos hallaron el cadáver baleado del empresario que tiene un depósito de metales ferrosos en el partido de Avellaneda, en la zona sur del conurbano.
Para trabajar en el lugar, los bomberos tuvieron que violentar la puerta de acceso al departamento del segundo piso del edificio. Para ese momento, el fuego, que había sido iniciado en el dormitorio del empresario, se había extendido al living, aunque sin llegar a afectar el cuerpo del hombre.
El empleado infiel
Una hora después de extinguido el fuego, llegó al edificio la novia de la víctima, una mujer de 40 años que recién se enteró de lo ocurrido cuando fue a visitarlo.
La policía explicó que Chizzoni era divorciado y tenía dos hijos: un varón que vive en el exterior del país y una mujer que reside en Buenos Aires, por lo que fue anoticiada horas después de la muerte de su padre.
Desde un comienzo, los investigadores descartaron la hipótesis del robo y se orientaron a la actividad laboral de la víctima. Un vocero recordó que tiempo atrás Chizzoni tuvo un grave conflicto "con un empleado infiel que le robó mucho dinero", por lo que se investiga en profundidad ese episodio.
Tampoco se descarta que el hombre, que tenía una muy buena posición económica, hubiera prestado dinero y, por lo tanto, que su asesinato pueda ser producto de una venganza o "ajuste de cuentas", dijeron las fuentes.
La policía que llegó al lugar tras el hallazgo del cadáver secuestró un BMW de la víctima en busca de evidencias, aunque tras una exhaustivo análisis se determinó que ni siquiera lo había utilizado en el día de ayer. (Télam)
La Ciudad
