Año CXXXV
 Nº 49.556
Rosario,
miércoles  31 de
julio de 2002
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Escasean animales por efecto del clima y una mayor demanda para exportación
Carne: el gobierno amenaza con intervenir
Analiza medidas para controlar la suba de precios, frente al incremento de hasta el 20% en las carnicerías

La hacienda especial volvió ayer a experimentar un repunte -que alcanzó hasta un dos por ciento en los lotes de novillos que se comercializaron en el mercado de Liniers- y reavivó la disputa por la escalada de precios en el mostrador, que en el último mes superó el 40%.
Ayer, el gobierno anticipó que "tomará medidas" de control para frenar el impacto de los precios sobre los consumidores, una decisión que disparó una ola de críticas de parte de los actores de la toda la cadena que incluye a productores, frigoríficos y comerciantes.
En este sentido, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, indicó que espera un informe del secretario de Agricultura, Rafael Delpech, para dar curso a las medidas de control, aunque no precisó las características de las mismas.
En Rosario, la media res en gancho que reciben las carnicerías llegó entre lunes y ayer con un incremento de hasta el 20%, que en la mayoría de los casos se trasladó al consumidor.
De este modo, en sólo dos días las pizarras estuvieron al rojo vivo por efecto de las remarcaciones. Un relevamiento efectuado por La Capital permitió precisar que -más allá de las oscilaciones propias de cada negocio- el kilo de pulpa de ternera en las carnicerías oscila entre los 6,20 y 6,50 pesos, mientras que otros cortes, como el asado, se ubica en los 5,50 y el puchero alrededor de 2,80 pesos.
Distinta es la situación en los comercios donde se venden vacas de consumo regular. En estas carnicerías, donde la carne es de menor calidad, el precio de la pulpa especial se vende aproximadamente a 3,90 pesos, mientras que el asado y las costeletas se comercializan a 3 pesos.
"En promedio la suba de la vaca fue mayor que la de la hacienda de más calidad", indicó un comerciante local.
Frente a esta situación los carniceros se encuentran en estado de alerta por la incertidumbre que genera la escalada sucesiva. La posición generalizada de los carniceros consultados por este medio es trata de "aguantar" lo más que se pueda antes de tocar los pizarrones. Sin embargo "no podemos hacer milagros", indican a coro los comerciantes del rubro.
Debido a esto, el menú de precios es bastante variado y depende de cada carnicería, aunque en líneas generales ningún comercio pudo escapar a algún retoque de sus valores.

Una historia con final abierto
El presidente de la Sociedad de Carniceros de Rosario, Aldo Bournissaint, indicó que desde principio de año el precio de la carne subió un 110% y la situación no tiene un horizonte cierto.
Esta situación es el producto de una sumatoria de factores como la falta de hacienda gorda o invernada -una cuestión estacional-, la escasez de novillos de exportación se debe a la crisis de la aftosa y la cuestión climática que afectó con heladas e inundaciones muchos campos ganaderos.
La idea de una intervención estatal en el mercado para frenar los precios no encontró demasiados adeptos entre los actores de la cadena. Ayer el presidente del Mercado de Liniers, Roberto Arancedo, consideró que "no sería conveniente" que se apliquen controles, por ejemplo, en la actividad ganadera, al tiempo que remarcó la "necesidad de que actúen libremente las leyes de oferta y demanda del mercado".
El empresario agregó que, mientras entre enero y marzo "subieron los precios de una innumerable cantidad de productos, incluso duplicándose en algunos casos", los precios de la hacienda se mantuvieron estancados y recién comenzaron a mostrar subas continuas en las últimas semanas.
Arancedo señaló también que a las causas climáticas, que obligaron a los productores a sacar haciendas mal terminadas de los campos "y malvenderlas", se sumaron luego intensas heladas que dejaron "prácticamente" sin forraje a los campos para alimentar los rodeos.
En sintonía con el directivo del ente concentrador, productores nucleados en el ruralismo confederado consideraron que cuando la actividad ganadera estuvo paralizada, durante años, "nadie se preocupó por el sector", mientras que ahora que está mostrando "alguna rentabilidad", el tema es "tapa de todos los diarios".
En tanto, el titular de la Rural, Enrique Crotto, afirmó que sería un "error" que el gobierno intervenga en la formación de precios del rubro y de otros, ya que los mismos se definen por el libre juego de oferta y demanda.

Un invierno crudo
Los ganaderos no ven que se esté produciendo un "veranito" para disfrutar. Por el contrario, el presidente de la Asociación de Productores de Carne Bovina Argentina (Aprocaboa), Angel Girardi, indicó que los productores "entramos viviendo un invierno durísimo, en el cual las heladas dejaron campos sin pasto y los precios no fueron acompañados con la devaluación". Agregó que "los productores llegamos a vender la hacienda el año pasado entre 1 y 1,10 peso, cuando un peso era igual a un dólar, y hoy el novillo se está pagando 0,45 dólar".
Mientras esto sucede "nosotros seguimos pagando los productos veterinarios en dólares y cobramos en pesos", dijo Girardi. "Quienes están recibiendo mayores beneficios son los frigoríficos que hacen una buena diferencia con el cuero y la grasa, que hoy cotizan a precios muy buenos", acotó el dirigente.



Los mejores cortes iniciaron la suba la semana pasada. (Foto: Enrique Rodríguez)
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