Año CXXXV
 Nº 49.555
Rosario,
martes  30 de
julio de 2002
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EEUU planea tomar Bagdad en octubre y matar o aislar a Saddam
El plan gana terreno en el gobierno de Bush y el Congreso. Evitaría que Irak use su arsenal más peligroso

Nueva York. - Estados Unidos está explorando la idea de tomar por asalto Bagdad, la capital de Irak, y uno o dos puntos de mando y arsenales de armamentos claves para lograr un derrocamiento rápido del gobierno de Saddam Hussein, informó ayer The New York Times. El propósito sería eliminar o aislar a Saddam e impedir que Iraq haga uso de armas de destrucción masiva, ya sea contra una fuerza invasora, países aliados en la línea del frente o Israel. Los estrategas no esconden los riesgos del planteo, pero subrayan sus ventajas. La fecha para atacar sería el inminente otoño boreal, posiblemente octubre.
La idea de tomar primero Bagdad y atacar de "adentro hacia afuera" permitiría a Estados Unidos operar en grandes distancias- una de sus habilidades reconocidas-, maniobrando fuerzas para envolver un blanco de envergadura, explicó el Times citando a funcionarios del gobierno y del Pentágono que no identificó.
Los partidarios del plan dicen que refleja el deseo de evitar comprometer un cuarto de millón de tropas estadounidenses, pero de golpear con la fuerza suficiente para tener éxito, explicó el periódico. Este golpe de mano a gran escala permitiría, según el Pentágono, bloquear la amenaza iraquí para utilizar armas de destrucción masiva, sea sobre sus vecinos árabes o sobre Israel.
Las ventajas y los riesgos de los ataques dirigidos a puntos internos del país para expandirse después hacia afuera se discuten actualmente, aunque no hay hasta el momento un plan formal que se haya presentado al presidente George W. Bush o los miembros de su equipo de seguridad nacional.
Las fuentes del periódico dijeron que es posible paralizar el sistema centralizado y autoritario de comando y control de Irak. Los oficiales iraquíes de nivel medio no están entrenados para improvisar y actuar desvinculados de sus comandantes.
* Aceptación en el golfo. Aunque se consideran otras opciones, el plan Bagdad podría ser aceptable por los aliados del golfo Pérsico, que no se sienten cómodos con un emplazamiento militar en gran escala de Estados Unidos, explicaron los funcionarios al Times.
Aún así, la cifra de 250.000 hombres pudiera ser acertada, consideró el diario, porque tal magnitud es necesaria para asegurar que las tropas lanzadas en Bagdad no queden aisladas, rodeadas, carentes de apoyo, alimentos y municiones. El portavoz del Departamento de Defensa Bryan Whitman dijo al Times que no tenía comentarios sobre el artículo.
El "plan Bagdad" o la idea "inside-out" (de adentro hacia afuera), como se llama al planteo, es esencialmente el reverso de la estrategia usada en la operación Tormenta del Desierto en la Guerra del Golfo de 1991, cuando se atenazó a las fuerzas iraquíes desde los países vecinos.
El plan puede incluir la muerte o el aislamiento de Saddam Hussein y pone el acento en prevenir un contra-ataque iraquí contra sus vecinos con armas de destrucción masiva, que también podrían tener por blanco a Israel (Irak puede alcanzar territorio israelí con algunos de sus misiles de mayor alcance).
* Se aceleran los tiempos. Pese al "no comment" del vocero del Pentágono, está claro que el debate sobre cómo y cuándo derrocar a Saddam Hussein están adquiriendo velocidad en la administración Bush y en el Congreso, comentó el Times neoyorquino. "Existe una diferencia de puntos de vista sobre cuál es el mejor modo de disminuir la posibilidad de que usen armas de destrucción masiva", admitió el senador Joseph Biden Jr., jefe de la comisión de relaciones exteriores de la Cámara, que mencionó que la operación Bagdad gana credibilidad.
El tiempo de entrar en acción, después del fracaso de las negociaciones de la ONU para que Bagdad aceptara nuevas inspecciones de armamento, se acortó bruscamente, y la fecha de ataque podría ser tan cercana como octubre próximo, en lugar del marzo del año que viene, como se había dejado trascender inicialmente. El nuevo plan habría tenido en cuenta las lecciones aprendidas durante la invasión de Panamá (1989) y hasta una lejana operación de desembarco en Corea en 1951, según un funcionario que participa del debate.



Marines parten desde la nave de asalto USS Bonhomme.
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