El real se sigue derrumbando

La moneda brasileña cerró ayer a un nuevo mínimo histórico por sexta sesión consecutiva, ya que las pocas esperanzas de un rápido nuevo crédito por parte del FMI exacerbaron el nerviosismo de los inversores sobre la contienda presidencial en el país. Así, el real cerró ayer a 3,18 unidades por dólar, la peor cotización desde su nacimiento en 1994, acumulando una devaluación desde principios de año que ya ronda el 28%.
El Banco Central de Brasil anunció en la tarde de ayer que hoy sería enviada una misión a la sede en Washington del Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar un nuevo acuerdo con el organismo.
"Pese a que el mercado todavía cree que un acuerdo con el FMI llegará en algún momento, hay pánico porque está tomando más tiempo de lo esperado", dijo Bertrand Wanclik, un analista de la correduría Itaú, en San Pablo.
La moneda brasileña, el real, cayó 5,3 por ciento, para terminar en 3,185 por dólar, su cierre más bajo desde que la moneda entró en circulación en 1994.
La moneda llegó a tocar durante la jornada un mínimo histórico de 3,280 por dólar, lo que representa una depreciación de casi el 30 por ciento frente a su nivel de principios de año.
Por su parte, la Bolsa brasileña llegó a subir casi un 5 por ciento durante la tarde por las compras de acciones baratas, sin embargo, recortó gran parte de su avance en una ola de tomas de ganancias cerca del cierre.
Así, el índice Bovespa de la Bolsa de San Pablo terminó con una leve alza del 4,94%, a 9.240 puntos, en lo que los analistas consideraron "un caso clásico de tomas de ganancias".
"La debilidad del real hizo que fuera más barato comprar acciones durante el día, pero cuando el dólar comenzó después a debilitarse, la gente comenzó a vender de nuevo", agregaron.
Los mercados financieros brasileños han sufrido duras bajas en los últimos meses debido al nerviosismo de los inversores sobre quién ganará las elecciones presidenciales de octubre, para las que el favorito es el candidato de centro-izquierda Luiz Inacio Lula Da Silva.
También presionó al real un aumento del riesgo país, que sobrepasó los 2.170 puntos.