Año CXXXV
 Nº 49.555
Rosario,
martes  30 de
julio de 2002
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El aumento de la criminalidad bajo la mirada de un camarista penal
Ernesto Pangia analiza las causas del fenómeno y apunta probables soluciones para un tema polémico

Carlos Duclos / La Capital

"No debemos tender a que haya más gente detenida sino procurar que los hechos delictivos no se cometan", sostuvo el camarista penal Ernesto Pangia, para quien bajar la edad de imputabilidad de los menores que delinquen no resolverá el problema de los robos a mano armada. El magistrado señaló que el problema de la criminalidad sólo se resuelve actuando sobre sus causas.
-¿Los índices delictivos están aumentando, como todo el mundo sostiene?
-No hay duda de que en los últimos tiempos se advierte un aumento en el número de los hechos delictivos. No en todos sino fundamentalmente en delitos contra la propiedad tales como robos, hurtos y robos calificados con armas. Pero lo que creo que caracteriza a los delitos que se cometen en este momento es que se roba a mano armada por un ínfimo botín. Además, se roba con una inusitada violencia para sustraer una bicicleta o diez o veinte pesos. Y esto es absolutamente incomprensible. Si uno observa la pena que puede corresponderle al autor de un hecho de esa naturaleza, robo calificado por ejemplo, la pena mínima y aun cuando el botín sea ínfimo, es de cinco años de prisión. Esto es lo que no se entiende y resulta novedoso porque hasta ahora no se veía.
-¿Se puede identificar a qué sectores pertenecen los nuevos delincuentes?
-Antes el delito estaba acotado a un segmento de la comunidad, hoy no es así. Tenemos delitos no sólo en la periferia de la ciudad sino en cualquier momento, en cualquier lugar y con las modalidades más temerarias. Y además se advierte una manifiesta saña, aun consiguiendo el delincuente lo que se propuso.
-¿A que atribuye este incremento del delito y la violencia?
-Las causas son muchísimas. La pobreza y los índices de desocupación tienen que ver con el delito, pero obvio es que no todos los pobres delinquen. Hay otras causas: la droga, por ejemplo, está haciendo estragos y esto es algo nuevo entre nosotros, que no estábamos acostumbrados a estos índices de criminalidad. La droga y el alcoholismo son los factores más importantes en este momento como causa de delitos.
-¿Cómo se resuelve esta situación, que tiene a mal traer a casi toda la sociedad?
-En principio debemos entender que no hay sociedad en el mundo que haya hecho desaparecer el delito. Pero sí debemos luchar para morigerar el índice delictual y en ese aspecto se deben implementar políticas criminológicas adecuadas. Esto es lo que por distintas circunstancias no se ha hecho. Ahora bien, hablamos de políticas criminológicas serias, que en primer lugar tiendan a establecer las causas de los delitos, en segundo lugar a tratar de solucionar esas causas, luego a prevenir los delitos y después, como última instancia, llegar a la represión. Y lo que se advierte en muchos sectores es que se va a lo más fácil, lo más simple, que es aumentar las penas, limitar las excarcelaciones o bajar la edad de imputabilidad de los chicos que delinquen cuando en realidad eso no hará que disminuya el número de delitos. Si no atendemos las causas, si no prevenimos, el número de delitos de ninguna manera disminuirá.
-¿Bajar la edad de imputabilidad a los menores que delinquen con armas, que son muchos, tampoco soluciona el problema?
-¿Qué es lo que se pretende con una sanción a un menor, con condenarlo y encarcelarlo? La readaptación, la reeducación, tratar de hacer de esa persona útil a la sociedad. ¿Bajando la edad de imputabilidad se va a conseguir eso, o se logrará que más menores que delinquen estén depositados en una prisión? Obviamente, el que delinque, sea menor o mayor, de alguna manera debe responder a la sociedad con una condena o con una internación, porque ciertamente lo peor que hay es que exista impunidad, que es lo que estamos viendo en este momento, pero de ninguna manera debemos tender a que haya más gente detenida. Debemos tratar de que los hechos no se cometan y eso solamente se logrará a través de una inteligente política criminológica.
-¿Eso es responsabilidad del Estado?
-No es el único responsable. El Estado debe ser el nervio motor para impulsar esas políticas, pero también debe trabajar toda la comunidad a través de sus entidades intermedias.
-¿El sistema penal argentino está preparado para afrontar este auge del delito?
-A través del derecho penal no vamos a solucionar el problema de la criminalidad. El derecho penal, a través de los jueces, está para sancionar a quien corresponda, pero de por sí la ley penal no solucionará esta compleja temática. ¿Implementar la pena de muerte acaso solucionaría el problema? De ninguna manera. El sistema penal pretende hacer reflexionar a la persona sobre el hecho de que si delinquió será condenada. Ni los jueces ni el derecho penal van a solucionar el problema de la criminalidad.



Pangia: "Aumentar las penas no disminuye el delito".
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