Año CXXXV
 Nº 49.535
Rosario,
miércoles  10 de
julio de 2002
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Campaña municipal
Incentivan la donación de sangre para enfermos hospitalarios

"Donar sangre es dar vida" es la frase que embandera los folletos utilizados para difundir la dádiva sanguínea. Aunque lo que más se conoce es la posibilidad de donar órganos, se puede hacer lo mismo con la sangre, sin que esto suponga un daño al donante. El Centro de Sangre de Rosario incentiva esta práctica para abastecer a los enfermos alojados en los hospitales municipales.
A raíz de la iniciativa, nacida en la Organización Mundial de la Salud, Rosario se sumó a la propuesta y comenzó una campaña para alentar a la población a sumarse a esta práctica altruista, sin cobrar nada y sin que nadie lo demande.
La donación se puede hacer efectiva en los hospitales o en el Centro de Sangre, que comenzó a funcionar este año en Lavalle 356. Hasta aquí llega la sangre extraída en los hospitales municipales, se analiza y distribuye en sus diferentes componentes. "Con la sangre de un mismo donante se puede beneficiar a varios pacientes, porque se extraen plaquetas, glóbulos rojos y plasma", explicó la doctora Liliana González, directora del centro.
La existencia del lugar, sumado a la red de salud pública municipal, facilita a los hospitales hemocomponentes seguros, además de garantizar el procedimiento transfusional.
En el Centro se atiende a donantes de sangre y plaquetas por aféresis, y se realizan estudios inmunohematológicos especializados para detección de anticuerpos en donantes y en pacientes.

Donación voluntaria
En el país los bancos de sangre funcionan a partir de la reposición de los familiares del paciente que la solicita. En estos casos se solicita la donación en forma compulsiva. La doctora Diana Solórzano, jefa del servicio de Medicina Transfusional del Hospital Carrasco explicó a La Capital que la donación voluntaria "es una nueva política que apunta a que alguien ceda su sangre sin ningún interés más que el de favorecer a quien lo necesite".
Para asegurar la pureza, lo mejor es que el donante vuelva tres veces al año. "Esto nos permite conocer al donante y garantizar la seguridad", agregó.
Los donantes sanguíneos tienen que tener más de 18 y menos de 65 años, pesar más de 50 kilos y gozar de buena salud. No pueden hacerlo quienes tuvieron hepatitis, Chagas, sífilis, brucelosis o sida. Tampoco los hipertensos, diabéticos, epilépticos, los que sufren desmayos y convulsiones, usan drogas intravenosas o reciben medicación específica.
Antes de realizar la extracción se lo entrevista y se confecciona una ficha clínica. Todos los procedimientos se realizan con material descartable y estéril. Luego se controla la presión arterial y se detecta la presencia o ausencia de anemia. También se hacen controles de laboratorio para detectar enfermedades transmisibles y se realiza un registro centralizado de donantes voluntarios.

Necesidad acuciante
La necesidad de sangre es acuciante. La ciudad de Rosario abastece no sólo a los habitantes de la zona, sino también de localidades cercanas y a quienes llegan accidentados desde las inmediaciones.
Entre los hospitales municipales el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez y el de Niños, Víctor J. Vilela, son los que más demandan. "En los hospitales, cuando fallece una persona, es muy difícil pedirle a la familia que reponga la sangre utilizada por el enfermo", aclaró Solórzano.
Esto aumenta la carencia y hace cada vez más necesaria la donación voluntaria. "Si tuviéramos la suficiente cantidad para abastecer a los hospitales, podríamos además realizar estudios complejos e investigaciones que beneficiarían a toda la comunidad", cerró González.


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