Año CXXXV
 Nº 49.528
Rosario,
miércoles  03 de
julio de 2002
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La obra educativa del maestro Esteban Ocaña
Clubes de Niños Pintores: el valor por el arte infantil
Aseguran que estos espacios se ofrecen como una alternativa para crear y favorecer la convivencia

Marcela Isaías / La Capital

Liliana Quinteros es profesora de plástica desde hace 20 años. Se confiesa una enamorada de su trabajo y una defensora a ultranza de los Clubes de Niños Pintores, una iniciativa del santafesino Esteban Ocaña con la que hace 50 años logró instalar la concepción de taller en el trabajo creativo escolar. Pero, por sobre todo, Quinteros afirma que "la actividad expresiva es fundamental en el crecimiento de los chicos".
Es cierto que la hora de dibujo y la de otras disciplinas como música, teatro o danza, no siempre ocupan un espacio lo suficientemente valorado dentro del ámbito escolar. ¿Por qué es importante que un chico pueda expresarse a través del dibujo, la pintura o el canto?. Para Liliana Quinteros son espacios donde los chicos deberían aprender a crear en libertad. "Crear en libertad -dice- los lleva a poder tomar decisiones, a diseñar una vida creativa futura". Esta última apreciación la docente la hace en especial sobre el trabajo que realizan los Clubes de Niños Pintores, en particular el que ella coordina en la Escuela Nº56 Almafuerte de Rosario -Salta al 2500-.
Según explica, el papel de los adultos -padres y maestros- como facilitadores de la expresión de los chicos es decisivo. Por eso, frases como "sabe dibujar" o "no sabe dibujar" pueden ser determinantes, escucharse como mandatos y definir cómo ese niño podrá manifestarse luego.
Además, según plantea, la actividad creadora es una alternativa para desarrollar la convivencia: "Los Clubes de Niños Pintores hoy son más importantes que nunca. Aquí no existe la agresión, ni la violencia que está en la sociedad. Los chicos disfrutan, con reglas que respetan y que además fomentan hábitos de trabajo compartido".

Cómo funcionan estos clubes
Cada vez que Liliana Quinteros menciona al Club de Niños Pintores no ahorra palabras para mostrar su admiración por la obra gestada por el profesor Esteban Ocaña hace 50 años en la provincia. Para ella, estos espacios deberían ser fortalecidos desde el ámbito oficial y de la cultura, mirándolos con la importancia que tienen.
¿Cómo funciona un Club de Niños Pintores? La cita en la Escuela Almafuerte es el lunes de cada semana, con más horas de clases o encuentros para este taller que la habitual de plástica. Para una mejor dinámica se reúnen a contraturno del horario escolar, la asistencia es voluntaria, trabajan en grupos heterogéneos, tal cómo lo diseñó el maestro Ocaña. El trabajo en taller define todo un estilo a la hora de compartir los materiales de trabajo y las ideas que luego se expresan plásticamente. Los materiales para expresarse son otra particularidad, "todo viene bien, todos somos recolectores".
"Aquí -por el Club- no le decimos al chico hacé lo que quieras, sino que se trabaja dentro de un contexto de actividades donde puede tomar decisiones y comprender lo que es entenderse con el otro", dice Liliana. En este sentido, recuerda que Ocaña en el reglamento que diseñó para estos clubes hablaba del autogobierno, "que estimule la seguridad del chico".
En estos talleres la enseñanza de valores como la solidaridad, la cooperación, el respeto por las distintas ideas tienen plena vigencia. "Se trabaja también la conciencia social, esto quedó reflejado en los trabajos que los chicos expusieron para el Día del Trabajador, donde la consigna fue buscar cómo alentar a los papás -ante la crisis y desocupación- y hacerles sentir que no están solos. Hubo muchos mensajes muy esperanzadores", contó Liliana.
Los alumnos de esta docente son fáciles de reconocer. A la clara definición artística que muestran sus trabajos -coloridos y con todos los materiales y recursos disponibles- se suma otra característica: el gran tamaño. Tan grandes son las hojas donde los chicos se expresan que a la profesora se la reconoce como "la que trabaja en grande". "¿Y por qué no trabajar en estas dimensiones?" retruca Liliana, y asegura que esto "amplía el marco de referencia de los chicos".
Coherente con el proyecto de integración que la Escuela Almafuerte tiene desde hace 10 años con la Escuela Especial Nº2010, hace un mes se sumaron al club alumnos con necesidades educativas especiales. "Esto significa realmente darles una oportunidad a todos por igual, en un mismo espacio. Aquí todos tienen el mismo derecho e igualdad de posibilidades. Esto me emociona mucho, porque los chicos pueden de verdad estar todos juntos en algo. La solidaridad, mirar al otro, estar con vos, el trabajo conjunto, todo se hace realidad", explica Liliana.



Liliana con sus "niños pintores" en la Escuela Nº56. (Foto: Gustavo de los Ríos)
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