Año CXXXV
 Nº 49.525
Rosario,
domingo  30 de
junio de 2002
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Buscaron durante diez días a un hombre que estaba en el Hospital de Emergencias
La inexplicable odisea de una familia
Marcelo Pistone murió en el Heca y fue llevado a la morgue. Nadie alertó a sus familiares

Paola Irurtia / La Capital

A la familia de Marcelo Pistone le llevó diez días enterarse que el hombre, al que buscaban desde que desapareció del instituto en el que residía, había muerto y se encontraba en la morgue. Había intentado quitarse la vida el mismo día que se fue del lugar, pero sobrevivió en el Hospital de Emergencias una semana sin que ninguna institución avisara a sus familiares, a pesar de que habían registrado una denuncia por averiguación de paradero.
Para reconstruir lo que ocurrió desde la desaparición hasta su muerte, la familia recorrió una y otra vez las dependencias policiales. Intentaron despejar a qué se debió la negligencia que impidió que pudieran atenderlo durante sus horas finales. Las dudas, aún abiertas, se suman a una historia con aristas tan trágicas e irracionales como las que rodea a un suicidio, que no genera más que interrogantes.
La familia de Pistone, de 34 años, supo de su muerte el martes pasado a través de un empleado del Instituto Médico Legal que vio en la edición de La Capital de ese día un pedido de colaboración de sus familiares para encontrarlo y llamó por teléfono. El cuerpo de Pistone llegó a la morgue el domingo, desde el Heca, donde había ingresado el lunes 17, el mismo día en que hicieron la denuncia policial por averiguación de paradero.
Una catarata de dudas se desplomó sobre la familia. "Quizá nos equivocamos al no recorrer los hospitales, pero es que la policía nos aseguró que ellos se encargaban de buscarlo en esos sitios", indicó Pablo, primo del hombre fallecido. Por su parte, los familiares recorrieron los lugares conocidos y los sitios en los que les avisaban que se encontraban personas sin hogar mientras el hombre agonizaba en el Heca.
Los familiares radicaron la denuncia de su desaparición en la comisaría 3ª, que la elevó a la sección Seguridad Personal, donde seguían buscándolo como desaparecido dos días después de su muerte, según confirmó un vocero de esa sección. A pesar de tener un destacamento policial en el Heca, en el que quedan registrados los ingresos por muerte violenta -como los intentos de suicidio-, ni el registro de ese hecho ni el de su posterior muerte por la misma causa habían llegado a la Jefatura, donde funcionan las oficinas de búsqueda de personas y de investigación de homicidios.
A su vez, el destacamento policial del hospital depende de la comisaría 5ª, donde iniciaron una investigación a partir de la muerte de Pistone. Aunque ocurrió siete días después de iniciada su búsqueda a través de la misma policía, en la seccional aseguraron que no tenían registro de la denuncia.
El impulso que permitió a la comisaría reunir los datos sobre el lugar en el que Pistone había intentado quitarse la vida, la ambulancia que lo trasladó al hospital y el modo en que fue identificado lo dieron sus propios familiares cuando se presentaron en la seccional para que les informaran lo que había ocurrido. Lo lograron después de esperar otras angustiantes 48 horas.
A las dudas que genera un suicidio, los familiares suman los cuestionamientos sobre quién es responsable de no haber avisado tanto de la internación de Pistone como de su muerte. Como el expediente por el intento de suicidio quedó radicado en el juzgado de Instrucción Nº11, esperan que el juez Carlos Alberto Triglia, con la documentación de todo lo que ocurrió, pueda brindarles más certezas. Algo para lo que aún deberán seguir esperando.



Pistone agonizó en el Heca sin que su familia se entere. (Foto: Hugo Ferreyra)
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