Año CXXXV
 Nº 49.525
Rosario,
domingo  30 de
junio de 2002
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Mundial Corea-Japón
Brasil-Alemania, un duelo entre las dos mayores escuelas

Brasil y Alemania juegan hoy en Yokohama del Mundial en un choque entre dos estilos netamente distintos que resumieron lo mejor de un siglo. Sumados sus logros, los dos seleccionados representan siete campeonatos mundiales (cuatro de Brasil, en 1958, 1962, 1970 y 1994; y tres de Alemania, en 1954, 1974 y 1990), y cinco subcampeonatos. Sin embargo, brasileños y alemanes nunca se cruzaron en una Copa del Mundo.
En la historia de los mundiales desde la primera Copa, la de Uruguay 1930, los brasileños consolidaron una tradición de fútbol vistoso, alegre y ofensivo, el jogo bonito, que dejó leyendas como Pelé, Garrincha, Tostao, Sócrates, Romario, y ahora Rivaldo y Ronaldo. Por su parte, Alemania influenció a la otra mitad del mundo con un fútbol marcado por la obediencia táctica, la preparación física, la mentalidad inquebrantable para vencer a pesar de todos los escollos, con nombres como Beckenbauer, Muller, Breitner, Overath.
En su camino, Brasil lanzó un mediocampo netamente ofensivo, con Juninho y Ronaldinho, auxiliado por los marcadores laterales Cafú y Roberto Carlos, hasta llegar a los atacantes Ronaldo y Rivaldo. Para la final, además, Scolari tendrá la bonanza del retorno de Ronaldinho, quien fue expulsado ante Inglaterra y cumplió la suspensión en la semifinal ante Turquía.
En tanto los alemanes iniciaron su trayectoria con un contundente 8-0 sobre la modesta Arabia Saudita, aunque en la secuencia cedieron un empate ante Irlanda por su propuesta timorata y logró un 2-0 sobre Camerún.

"No siempre gana el mejor"
"Brasil es claramente el favorito", dijo ayer el entrenador alemán Rudi Voeller, un veterano de la conquista alemana de 1990. "Pero no siempre el mejor es el que gana. Si fuese así, Brasil ya habría ganado 14 mundiales o más. Todo tipo de factores inciden en el partido", agregó.
Para la final, el equipo germano deberá encontrar la forma de sustituir a Michael Ballack, quien no podrá jugar por exceso de tarjetas amarillas. "Es casi imposible remplazarlo", admitió Voeller.
Una de las principales cartas de triunfo del entrenador alemán estará situada debajo de los tres palos y es el arquero y capitán Oliver Kahn, señalado como el mejor del mundo en la posición y un líder natural del conjunto europeo.
Con todos los elementos aportados por la historia y por su desempeño actual, brasileños y alemanes tienen todo para que un torneo, caracterizado por la chatura, tenga al menos una final vibrante. (Télam)



Practican con las banderas la fiesta final en Yokohama.
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