La concertación se acerca a una peligrosa zona de tinieblas

Los integrantes de la mesa coordinadora del Diálogo Argentino exteriorizaron anoche su malestar por la "indiferencia" de los legisladores a suscribir el documento "Consensos para la reforma", y anticiparon que van a presionar hasta que se decidan a rubricar la iniciativa que, entre otros objetivos, apunta a la caducidad de todos los mandatos en una futura elección.
Según lo reveló un habitual vocero eclesiástico, las conversaciones que mantuvieron ayer monseñor Agustín Radrizzani (Lomas de Zamora) y el responsable del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), Carmelo Angulo, con el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, y con los representantes de los bloques de senadores justicialistas y radicales por separado, "no arrojaron los resultados esperados".
"No contestan o lo hacen con indiferencia. Nadie dice si va a firmar o no. Creo que nuestro trabajo merece consideración, por eso reclamos respeto", se quejó con fastidio el portavoz oficioso consultado por esta agencia.
La misma fuente anticipó, asimismo, que el equipo dialoguista (integrado por seis delegados episcopales, tres gubernamentales y técnicos del Pnud) va a "apretar las clavijas, y a utilizar un lenguaje más duro si es necesario, para conseguir una respuesta por sí o por no, o bien que digan que lo van a hacer con reservas, antes del 9 de julio".
No obstante, explicó que muy probablemente la semana próxima haya una nueva reunión con los presidentes de los bloques para "encaminar" este acuerdo, que ya cuenta con "la buena voluntad" del gobierno de Eduardo Duhalde para que gobernadores y legisladores lo suscriban en la fecha patria.