Año CXXXV
 Nº 49.520
Rosario,
martes  25 de
junio de 2002
Min 7º
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La teoría del voto educado

Luego de cada elección se analizan los resultados. Uno puede llegar a pensar que "el pueblo ha decidido" o "ganó la mejor propuesta" pero siempre hay una voz que dice "el pueblo no sabe votar" y es aquí donde quiero detenerme un segundo. Por qué escuchamos tan a menudo esta frase, con qué fundamento se dice esto. Y la respuesta está en que no todas las personas que votan tienen la suficiente capacidad para poder decidir a quién votar, muchos ni siquiera saben cómo se vota. Se sabe que el voto pone a todos los ciudadanos en igualdad, un voto es igual a una persona, pero esto ¿debería ser así? ¿Por qué una persona que no tiene el raciocinio necesario para emitir un voto puede decidir sobre mi futuro? ¿Por qué mi voto vale igual que el voto del que fue comprado por un choripán, un vino en tetra brick o $ 50 (remitirse a cualquier acto eleccionario)? ¿Hay derecho a que esto ocurra?, ¿es justo? Si la respuesta es no habría que pensar en cómo cambiar esto, y para empezar aquí va una propuesta interesante que podría ser el punto de origen para encontrar una solución. Podrá votar todo ciudadano que como mínimo halla terminado sus estudios secundarios, esto obviamente no es garantía de que se vote mucho mejor pero por lo menos descartaría a muchas personas que no están educadas siquiera para sufragar. Puede sonar discriminatorio, hasta aristocrático, pero sería bueno que ustedes, lectores de este diario, aporten algo mejor, porque lo que es seguro es que una persona que no está suficientemente instruida no tiene por qué decidir mi futuro.
Ariel Leonardo Llompart,
DNI 27.539.351


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