Año CXXXV
 Nº 49.520
Rosario,
martes  25 de
junio de 2002
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El desafío de la patriada turca
Confiados moralmente y con ánimos de venganza esperan eliminar al favorito

Tenemos una gran moral, y con esa moral creo que nos ha llegado el momento de vencer a Brasil y agregar una nueva página de oro a nuestra historia". La cita no corresponde a un general en tiempos de guerra, sino a una de las figuras del seleccionado de Turquía, Alpay Ozalan. A escasas horas de enfrentar mañana a Brasil, los integrantes del plantel turco no desaprovechan oportunidad de dejar en claro que los mueve su sed de revancha con su único verdugo de Corea-Japón y que mañana en Saitama jugarán por algo más que el pase a la final del Mundial 2002: por el orgullo de su pueblo.
"En aquel partido de primera ronda perdimos porque fuimos claramente perjudicados por el árbitro. Ahora queremos demostrarlo en la cancha", declaró ayer el mediocampista Kerimoglu Tugay. "Ahora queremos todo, queremos dar el gran golpe. Somos los únicos que podemos darle una alegría a nuestra gente, en medio de la crisis económica", agregó el delantero Hasan Sas.
Tras las victorias sobre el local Japón y sobre Senegal, en octavos y cuartos de final, respectivamente, la moral de los turcos creció hasta el cielo. Y ellos están convencidos que el secreto de su éxito está en su confianza en sí mismos.
"Los lugares de entrenamiento, la concentración, el clima, las críticas de la prensa en Turquía, todo nos causó problemas, pero nosotros no nos rendimos, seguimos trabajando, y aquí estamos en semifinales", afirmó Olazan, de Aston Villa. Fortaleza de carácter, disciplina, solidaridad y sacrificio son los mensajes más fuertes que transmite desde el campo de juego el equipo dirigido por Senol Gunes. La garra suplanta lo que la técnica no da.
Estas características están en consonancia con algunos rasgos culturales propios del pueblo turco, que celebró hasta el éxtasis las últimas victorias de su selección, tanto en Estambul como en las diásporas de Berlín o Zúrich.
La práctica de ayer se prolongó durante una hora y media y se inició a las 20 (hora de Japón), aproximada al mismo horario del partido con Brasil. Luego de ejercicios de calentamiento y juegos con pelota, los seleccionados jugaron un partido en medio terreno de juego y luego recibieron visitas, ya que novias y esposas llegaron ayer. (DPA)



El volante ofensivo Hasan Sas es clave en el equipo.
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