Escalada de violencia palestino-israelí

Jerusalén. - Diez palestinos, entre ellos cinco niños, murieron ayer por disparos del ejército israelí en Cisjordania y la Franja de Gaza, mientras el líder palestino, Yasser Arafat, admitió que es posible lograr un acuerdo de paz con Israel bajo los términos de Camp David de 2000. Enfrentado a un aumento de los ataques palestinos, el gabinete israelí de seguridad, reunido ayer en Tel Aviv bajo la presidencia del premier Ariel Sharon, decidió proseguir la reocupación de todas las ciudades autónomas y permanecer en ellas tanto tiempo como sea necesario para poner fin a los ataques.
En la ciudad cisjordana de Jenín, el ejército israelí reconoció en un comunicado que abatieron a cinco palestinos, entre ellos dos niños, en "forma equivocada por cañonazos de los tanques, por lo que se investigará el incidente". Mientras el ejército aseguró que sus soldados dispararon contra personas que "no respetaban el toque de queda", fuentes palestinas afirmaron que los disparos se registraron después de que fuera levantada esta medida.
Los israelíes incendiaron varios almacenes al regresar de los funerales de los cinco colonos que murieron en la noche del jueves en el ataque contra el vecino asentamiento de Itamar. Entre las víctimas del ataque, reivindicado por el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), figuraban una madre y tres de sus hijos.
En Ramalá, Yasser Arafat aseguró al diario israelí Haaretz, que pese a la ola de violencia existe la posibilidad de que los palestinos logren un acuerdo de paz con el primer ministro Ariel Sharon. Arafat recordó que tras la firma del acuerdo de paz egipcio-israelí, en 1979, Sharon había aceptado evacuar los asentamientos judíos en la península de Sinaí, ocupada por el ejército de Israel. (Télam)