Año CXXXV
 Nº 49.517
Rosario,
sábado  22 de
junio de 2002
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Reflexiones
Los costos de una ideología

Rubén Galassi (*)

El denominado Foro Regional Rosario ha dicho a través de un comunicado que la ciudad "está sucia, desprolija, rota, oscura, llena de mendigos y de limpiaparabrisas" y que "nunca estuvo tan mal". Se trata de un juicio de valor que sin dudas -más allá de los déficit que existen- desnuda, más que un análisis integral de la coyuntura, el verdadero modo de ver las cosas que anima a ese sector del poder económico local.
Resulta evidente que al Foro que lidera Roberto Paladini lo que le molesta son los pobres, no la pobreza. Porque el documento ni siquiera intenta la más mínima incursión sobre las verdaderas causas de tanta indigencia, sino que cuestiona el hecho consumado: que hay mendigos -¿será delito ello?-. Y cuando se cuestiona la existencia visible de indigentes y no sus causas lo que se desprende -aunque no se lo diga- es que hay que eliminar a los pobres, borrarlos, esconderlos.
Si en este aspecto la "ciudad nunca estuvo tan mal" tal vez ellos añoren tiempos "mejores" en que no parecía haber pobres, porque se los tapaba con muros o hasta se los "despachaba" con pasaje incluido a otras tierras, tal la recordada "solución tucumana" del dictador Bussi.
Pero el Foro parece descubrir ahora la pobreza, y se la carga a la Municipalidad, como si fuera la responsable de las políticas económicas neoliberales aplicadas en el país desde hace tres décadas, políticas que -ya es sabido- no han hecho más que arrojar a miles y miles de argentinos al abismo del desempleo y la exclusión. Políticas que -además- han defendido a ultranza las fundaciones y "usinas de ideas" del poder económico, solventadas con generosos aportes de los propios empresarios.
Tal vez le moleste ahora al Foro que las partidas municipales para asistencia social se hayan tenido que incrementar considerablemente para paliar en alguna medida los efectos de la "fábrica de pobres" en la que se ha convertido el país, sí, el país, ¿o acaso los pobres son un invento rosarino? Quede claro: una cosa es la crítica -saludable en democracia-, pero de ahí a culpar a la Municipalidad por la pobreza hay un largo trecho.
Al Foro también le molestan los radares "cazabobos", dicen, "para pescar a los autos que van a 60 o 70" (sic). Vale recordarlo, si se respeta el Código de Tránsito el radar no es "trampa" para ningún "bobo", y en este punto el tono del documento aludido roza la apología del delito, porque en esto es la vida la que está en juego.
Capítulo aparte merece la mención del documento a "la proliferación de delitos: robos, hurtos y arrebatos", sin siquiera considerar lo que es evidente: la seguridad no es competencia de la Municipalidad, y en ello no sería aventurado presumir que la falta de imputaciones a su responsable específico -el gobernador Carlos Reutemann- esconde el afán de no incomodar públicamente a autoridades con las que los redactores del pronunciamiento tengan mayores afinidades.

Salarios hechos añicos
No está de más, ya que estamos en este punto, recordarle que hay otras áreas en las cuales la Municipalidad invierte recursos sin que sean de su competencia específica, como la Salud Pública o la educación, a través del FAE. Pero, claro, jamás podrían reconocer en ello un hecho positivo, porque sus beneficiarios son desocupados, gente que se ha quedado sin trabajo, sin seguridad social, sin cobertura de obras sociales, o gente que aun teniendo trabajo ha visto hecho añicos -devaluación e inflación mediante- el ya de por sí escaso poder de compra de sus salarios.
Por supuesto, estas líneas no pretenden desconocer que existen déficits en la ciudad, pero sería injusto no reconocer que los mismos también se han agravado por la coyuntura que afecta a todo el país, y no reconocer lo que se ha hecho para sostener los servicios, para mantener la asistencia social, para seguir ejecutando obras públicas en momentos de extrema crisis.
Y si en el último rubro el ritmo no es el mismo que el sostenido en los últimos años, bien vale tener en cuenta que lo hecho hecho está, es un ejemplo en el país y lo disfrutan miles y miles de rosarinos, muchos más, por cierto, que los mentores del documento del Foro. Pretender que el contexto de abrumadora caída de la recaudación que se verifica en todos los órdenes no afecte a la ciudad es una utopía. Y sólo con malicia puede desconocerse que aun así -cuando cerca de la mitad de los rosarinos no puede cumplir con el pago de la tasa- la Municipalidad mantiene los servicios básicos para toda la ciudadanía, en un marco general mucho menos hostil que otras ciudades argentinas otrora vistas como "ejemplo".
En ese sentido, al mismo tiempo que se difundía el comunicado del Foro, los medios masivos de la ciudad daban cuenta de las 1.500 consultas que atendió el Hospital Vilela en tres días por casos de gripe. ¿Es un error priorizar la Salud pública cuando miles de rosarinos se han quedado sin otra alternativa de atención? Para algunos, pareciera que sí.
Pero, más allá de las discrepancias -y en esto desearía que el Foro coincida conmigo- vivimos en democracia, esta democracia que tanto costó a tanta gente que trabajó por un futuro mejor para todos. Y si estamos en democracia, bien podría el señor Roberto Paladini -como cualquier ciudadano- elaborar una propuesta y ponerla a consideración de la ciudadanía. De hecho, alguien surgido de las filas del Foro Regional Rosario ya ha lanzado un movimiento político.
Eso es saludable, aunque para algunos represente un riesgo. Es que exponer públicamente ese "modo de ver las cosas" al que he hecho referencia al comienzo de esta nota obliga a comprometerse y, sobre todo, confrontar ideologías. Porque la ideología no es patrimonio de una difusa "corporación política". Muchos sectores del poder económico también defienden su ideología. Claro que -y de allí el riesgo- a esta altura de los acontecimientos muchos sufridos argentinos ya saben muy bien que la "ideología" de unos pocos es demasiado cara y poco conveniente para el bien común.
(*)Secretario de Información Pública \de la Municipalidad de Rosario


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