Año CXXXV
 Nº 49.496
Rosario,
sábado  01 de
junio de 2002
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Fuerte presión de la Nación para que Santa Fe firme el pacto
Reutemann mantiene exigencias para acceder a un ajuste fiscal
El gobierno central ya comenzó a saldar deudas. El gobernador también quiere que le habiliten un crédito

El gobernador Carlos Reutemann regresó anoche de Buenos Aires sin firmar el nuevo pacto fiscal con la Nación ante la "persistencia de desacuerdos técnicos", según consignaron fuentes de la Casa Gris en la capital provincial. Detrás de los argumentos y a pesar de la existencia de fuertes presiones para apurar el acuerdo, el Lole se mantuvo firme en los reclamos de cobrar fondos de coparticipación adeudados por el gobierno central y para conseguir una habilitación especial que permita acceder rápido a un crédito retenido del Banco Mundial.
Ayer por la tarde, cuando el gobernador retornaba hacia la ciudad de Santa Fe, su par bonaerense, Felipe Solá, anunciaba en una conferencia de prensa que había firmado su acuerdo con la Nación, luego de que se le concediera cierto trato preferencial (ver recuadro).
Horas antes habían hecho lo propio el gobernador riojano Angel Mazza y también el gobierno de Tucumán. Y está previsto que sigan el mismo camino Corrientes, Catamarca y Jujuy, mientras que siguen las discusiones con Mendoza.
De esta manera, el presidente Eduardo Duhalde parecería estar a un paso de cubrir todos los casilleros exigidos por Fondo Monetario Internacional (FMI), tras la derogación de la ley de subversión económica y los cambios a la de quiebras, para restablecer conversaciones y así lograr un acuerdo marco que destrabe los créditos de organismos multilaterales.
Medios de prensa porteños habían dado por seguro ayer que Santa Fe, junto a Buenos Aires, estaban dispuestos a firmar el convenio, que establece un compromiso provincial de reducir el déficit fiscal del 2002 un 60 por ciento. Pero el arreglo con el Lole no llegó y ahora los tiempos se estiraron hasta la semana entrante.
Reutemann se colocó así como el último de los gobernadores de las provincias grandes que firmará el acuerdo y tiene la intención de vender caro su rúbrica. Ayer se especulaba que el gobernador y su equipo de Hacienda quieren ver la letra chica del acuerdo con Solá antes de avanzar con el propio, habida cuenta de que señalan al Estado bonaerense como el primer culpable del rojo de provincias y principal beneficiario a la hora de los arreglos.
La administración santafesina aguardaba ayer el giro de una partida de diez millones de pesos para saldar la deuda previsional, luego de haber percibido unos 14 millones de pesos, 10 para la misma Caja de Jubilaciones y otros cuatro de la coparticipación por el impuesto al cheque, correspondientes al mes de marzo pasado.
Santa Fe le reclama a la Nación un total de 392 millones de pesos en concepto de deudas atrasadas, además de que se aceleren los acuerdos con el FMI, que a su vez permitan que a la provincia arriben 50 millones de dólares de la segunda etapa del crédito oportunamente aprobado por el Banco Mundial.
De los casi 400 millones, la provincia reclama 44 millones de pesos contantes y sonantes previo a la suscripción del convenio, aunque anoche se desconocía si ese seguía siendo el piso de las negociaciones para que el gobernador firme.
Todo indica que Reutemann estaría finalmente dispuesto a aceptar una suma determinada de dinero pero también pretendería algún tipo de garantías para asegurarse el resto y un cronograma de desembolsos. De todos modos, subsistiría el problema de que la Nación no estaría dispuesta a reconocer toda la deuda exigida por Santa Fe.
El secretario de Finanzas, Miguel Angel Asensio, permanecía anoche en la Capital Federal para mantener el diálogo abierto durante el fin de semana.

Después de la cumbre
El gobernador había regresado de la reunión de Santa Rosa, La Pampa, dispuesto a acelerar todo los pasos para arribar a un acuerdo. El tema lo abordó con sus distintos colaboradores, pero de inmediato se supo que Santa Fe reclamaba como contrapartida el envío de dinero adeudado por la Nación y que a través de ésta se buscara destrabar el dinero que debía haber enviado el Banco Mundial a Santa Fe.
El organismo internacional había habilitado el año pasado, y luego de una larga negociación, financiar a la provincia en 330 millones de dólares para distintos proyectos, de los cuales sólo giró la primera de las tres cuotas acordadas, ya que se interrumpió el flujo de dólares cuando la Argentina declaró el default. Fue entonces que quedaron retenidos los referidos 50 millones de dólares que la provincia necesita para equilibrar sus finanzas.
La actitud de Reutemann se puede interpretar como un gesto de que si bien está dispuesto a satisfacer los pedidos del FMI respecto de que "provincias grandes" también se sumen al nuevo acuerdo fiscal, mantiene criterios de independencia y exigencias a la Nación y que ésta deberá satisfacer.
Algunos allegados al gobernador apuntaron que el nuevo pacto fiscal podría ser suscripto el próximo martes. Antes de que eso ocurra Reutemann aguardará respuestas en firme.



Solá rubricó con Duhalde un acuerdo con ventajas.
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