Año CXXXV
 Nº 49.478
Rosario,
martes  14 de
mayo de 2002
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cartas
Atrapado en el laberinto de la API

En enero pasado me presenté en las oficinas de la API a informarme sobre la moratoria ley 11.976 y solicité un estado de cuenta para acogerme. Para mi sorpresa, el empleado me dijo que no se habían acreditado los pagos de una moratoria del año 1999 por no haber abonado la octava cuota de ese plan de pagos. Esto yo lo desconocía ya que esa boleta no había llegado a mi domicilio. Al pedir una explicación, se presenta un señor que dice ser jefe de sección de apellido Chávez. El me dice que me quede tranquilo y que realice una moratoria total incluyendo el período de la realizada en 1999, más lo que adeudaba, y que me presentara en el mes de abril, que se me iba a descontar todo lo abonado en esa moratoria vieja. Cumpliendo con lo pedido, me presenté en la sección Convenios, y me dijeron que me presentara el lunes siguiente con todos los pagos efectuados. Ese lunes me presento en la API donde me dijeron que realizara una nota y que "algún día, a lo mejor" me iban a acreditar mi requerimiento en el pago de algún impuesto. Al pedir una explicación en tono elevado, me conducen al despacho de un subdirector para calmarme. Fui atendido por el subdirector Debatía, quien me dijo que no podía hacer nada, que dependía de los legisladores. Este funcionario además me dijo que no me hiciera problemas, que el sábado había ido a ver a su madre que estaba dos metros bajo tierra. Y yo le contesté que me había levantado a las 4 de la mañana con mi familia para ir al club del trueque, y luego me fui a trabajar con los autitos a batería que alquilo en el parque Alem, habiendo recaudado 22 pesos. Esto mismo se lo planteé al director de la API en una carta similar, pero aún no tengo respuesta.
Agustín Antonio Azziani


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