Año CXXXV
 Nº 49.478
Rosario,
martes  14 de
mayo de 2002
Min 15º
Máx 20º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





La pluma para volar y la Máquina de Sonar no funcionan
El Jardín de los Niños sufre el deterioro de sus instalaciones
Desde Promoción Social dicen que la gente no cuida el lugar. Se robaron hasta parlantes de la Montañita

Laura Vilche / La Capital

Las instalaciones del Jardín de los Niños Juana Elena Blanco (ex Jardín Zoológico) comenzaron a deteriorarse. Una pluma que eleva a los chicos para volar enganchados de un arnés ya no funciona. Tampoco la Máquina de Sonar, en la que los chicos marcan ritmos a medida que trepan. Y la red del barco de la Máquina de Trepar luce más de un nudo a manera de parche. Pero hay algo aún peor: se robaron más de un parlante de la Montañita Encantada, un recorrido por caminos rodeados de piedras, plantas y árboles que cuentan historias. El subsecretario de Promoción Social municipal, Pedro Pavicich, dice que el mantenimiento del lugar decayó por dos razones: "Falta personal, pero además la gente colabora poco con el cuidado". No obstante, el funcionario aseguró que "haciendo un gran esfuerzo se están arreglando muchas cosas" y que en tres semanas "el lugar volverá a estar en óptimas condiciones".
El Jardín se inauguró hace sólo cinco meses tras una inversión aproximada de 4 millones de pesos. En ese momento todas las instalaciones estaban impecables. En el pabellón de arte (Muestra Tiempos Modernos) donde entre otras cosas hay un barco para armar de una obra del pintor Xul Solar y rompecabezas de pinturas de Gambartes y Berni, también había una pecera con distintas figuras en el fondo y una máquina para pintar. Ambos objetos brillan hoy por su ausencia. Los coordinadores del área dicen que se rompieron a los pocos días de la inauguración porque "eran muy frágiles".
Uno de los altos de la Montañita es la Torre, a la que invita a entrar una piedra parlante. Dentro de esa Torre hay espejos deformantes que cierto día aparecieron rotos, obligando a clausurar el espacio hasta que se arregló el daño. Los espejos son muy costosos, por lo que se redoblaron esfuerzos para impedir más actitudes de vandalismo. Si se llegan a romper nuevamente, nadie sabrá a ciencia cierta cuándo se repararán.

En caída
"No temo que el Jardín se caiga, porque estamos arreglando las cosas. A la Máquina de Sonar trataremos de hacerla más resistente a la intemperie y estamos pidiendo presupuesto para arreglar la pluma de la Máquina de Volar. Insisto, los deterioros, en pocas semanas se revertirán", anunció Pavicich.
El funcionario dijo que los arreglos se van realizando con el dinero que ingresa por el valor de las entradas: 12 mil pesos mensuales. Por eso insistió con que antes que más dinero para conservar las instalaciones, necesita "más gente", en un paseo donde pasan casi 18 mil personas por mes, de las cuales entre 4 mil y 6 mil son sólo visitantes del fin de semana.
"Tenemos zonas en las que es importante que la gente cuide la seguridad de los chicos; por ejemplo, en el fuego de la montañita, en la torre o la Máquina de Volar. Pero también necesitamos gente especializada en las actividades donde hay que orientar a los chicos. Hoy tenemos 51 pasantes, pero necesitamos más gente y que la gente cuide mucho más las instalaciones", señaló Pavicich.
Un sector que habla a las claras de la falta de personal es el de los talleres. Los hay de diseño gráfico, de indumentaria y de sonidos, pero no hay tantos turnos para activarlos porque falta gente que los coordine.
Algo similar sucede con los turnos escolares. El Jardín funciona miércoles, jueves y viernes, de 14.30 a 19, y sábados y domingos de 11 a 19. O sea que los escolares sólo pueden visitarlo por la tarde. "Eso es verdad, estamos tratando de cubrir con gente los turnos de la mañana", indicó Pavicich.



La pluma se rompió a días de la inauguración del Jardín. (Foto: Enrique Rodríguez)
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados