Año CXXXV
 Nº 49.478
Rosario,
martes  14 de
mayo de 2002
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En abril pasado desapareció el doble de vehículos que en ese mes de 2001
Crecen los robos de autos en Rosario
En lo que va del año se sustrajeron más de 3 por día. El centro y el norte son las zonas más afectadas

Paola Irurtia / La Capital

En Rosario los robos de vehículos se multiplican. En los primeros cuatro meses de este año se sustrajeron 381 automóviles, cifra que supera la mitad de los episodios ocurridos durante todo el año 2001, en que hubo 729 denuncias policiales por estos ilícitos. Si se mantiene ese ritmo en vigor, 2002 terminará con un 56 por ciento más de robos que en 2001. Las cifras son congruentes con la tendencia que consta en Tribunales, donde sólo en los últimos 8 meses (el último cuatrimestre del año pasado y el primero de este año) se recibieron las denuncias de 720 robos de autos, lo que equivale al total del año 2001.
En el año 2000, la policía recuperó 306 autos robados, el 42 por ciento del total robado; en 2001, el 23,6 por ciento. De los vehículos robados durante este año, se ubicó al 32,8 por ciento.
La mayoría de los coches son levantados de la calle, aunque no faltan los robos a mano armada. Los reducidores locales trabajan mayormente con desarmaderos o autos mellizos y se mantienen dentro de la zona, con un mercado tradicional. Los robos de modelos caros y nuevos para vender no son los más frecuentes. "Todavía estamos lejos de Buenos Aires", subrayan los investigadores.
Fuentes policiales indicaron que en abril último en Rosario fueron robados más de 100 vehículos, mientras que en el mismo mes del año anterior desaparecieron la mitad. El promedio es pavoroso: indica que entre 3 y 4 propietarios perdieron su rodado por día.
"Aumentaron los repuestos, los equipos de gas, y los robos y las denuncias falsas. Todo sigue el ritmo de la situación del país", explicó el titular de la sección Sustracción de Automotores, Carlos Vanelli. El oficial sostiene que la situación se agrava durante los fines de semana y en las seccionales del centro y norte. También señaló que las estadísticas reflejan el aumento de unidades que se fabricaron en los últimos años, pero a la vez el encarecimiento de las cuotas de los planes, que se vuelven inaccesibles para algunos propietarios, que optan por realizar falsas denuncias para cobrar el seguro.

Los barrios más vulnerables
Las zonas más afectadas por el robo de vehículos son el centro y el norte, en jurisdicción de las comisarías 1ª, 2ª, 3ª, 5ª, 6ª, 7ª y 10ª: allí se incluye la zona de los barrios Echesortu, Azcuénaga, Pichincha, Parque Independencia, Alberdi y La Florida. A la hora de analizar los porqués, los investigadores apuntan a las actividades que concentran gran cantidad de vehículos y aseguran que los propietarios estén ocupados por mucho tiempo, como los boliches o los paseos a la isla. No así los partidos de fútbol, por la gran densidad de agentes afectados al operativo de seguridad, indicaron.
Para el fiscal de Cámara José María Peña, la cantidad de autos robados en Rosario "puede considerarse significativa y denota la existencia de organizaciones" dedicadas a esa tarea.
De acuerdo a las pesquisas que impulsan las compañías de seguros, los autos robados tienen como destino desarmaderos, que revenden las partes. Otros son utilizados para otros delitos y luego destruidos o desmantelados. O convertidos en autos mellizos. O vendidos en el exterior, especialmente en Paraguay, aunque también reconocen la existencia de un mercado clandestino para las autopartes en Brasil.
Los investigadores policiales sostienen que los reducidores locales llevan los autos a desarmaderos o los convierten en mellizos. En este caso, tanto las compañías de seguros como los investigadores policiales coinciden en que un buen porcentaje de esos vehículos son utilizados como remises truchos. Esas sospechas ligan a las remiserías irregulares con las organizaciones dedicadas al robo y la falsificación de documentos. En los últimos 3 meses, dos autos robados fueron hallados trabajando como remises radicados en Villa Gobernador Gálvez, señaló Vanelli.
El autorrobo es perseguido con igual fuerza por las compañías de seguros y la policía: para las aseguradoras significa un desembolso importante de dinero y para la policía, desligarse de la responsabilidad de un porcentaje de aumento del delito. Además, constituye una estafa que puede penarse hasta con cárcel.
En Rosario, los investigadores sostienen que gran cantidad de los autorrobos corresponden a propietarios que adquirieron vehículos en cuotas y no pudieron afrontar el costo; o debieron deshacerse de los vehículos ante la crisis. En esos casos, venden los autos en el exterior u otras provincias y luego los denuncian como sustraídos. Pero muchas veces la persecución logra hacer caer las denuncias, señalan.
En el caso de los autos llevados a desguace, las autopartes se pueden vender como repuestos y, en el caso de los autos importados resultan muy redituables, incluso en el exterior.
Las modalidades de robo son variadas. Las menos sofisticadas resultan de hacer un puente con los cables que dan arranque al vehículo, después de probar que no tienen alarma o desconectarla, abrir la puerta y destrabar el volante.
Entre los especialistas, una banda rosarina se distinguió por hacer el duplicado de las llaves, especialmente de los Volkswagen Gol, a partir de tomar el modelo de los tanques de nafta de los autos estacionados. Minutos después, el auto arrancaba con un duplicado perfecto.
Pero entre las nuevas modalidades, algunos seguidores del tema sostienen que hay vehículos que son levantados por grúas y aparecen luego entre los desaparecidos, y no por error del denunciante.
A nivel nacional, de acuerdo a las estadísticas de la oficina de Seguridad, las organizaciones que se dedican a robar autos movilizan unos 500 millones de pesos al año, al menos durante 2001 donde las denuncias por robos fueron 51.246. A las compañías de seguro le costaron 1.100 millones. Aunque de esas cifras, el 93 por ciento corresponden a Capital Federal y provincia de Buenos Aires.



Automóviles en desaparición.
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