Año CXXXV
 Nº 49.476
Rosario,
domingo  12 de
mayo de 2002
Min 17º
Máx 23º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Comer residuos. La antropóloga nutricional analiza el fenómeno
Nora Garrote: "La gente ha llegado a disputar con los perros la comida de la basura"
La especialista pide preparar los restos de comida para los que se alimentan de las bolsas

Laura Vilche / La Capital

"Hoy todo se arroja a la basura, no se separa ni se discrimina lo que se tira, y a la gente no le queda más remedio que revolver las bolsas donde ha llegado ha disputarse la comida con los perros o, lo que es peor, come del basural". De esta forma se refiere la antropóloga Nora Garrote a un fenómeno en alza en Rosario: familias enteras que comen directamente de los residuos callejeros o de un basural.
Este último caso quedó en evidencia en la edición del viernes último de La Capital. Allí se publicó la denuncia del ingreso diario al basural conocido como Gallego III de unas 200 personas que buscan algo para comer o vender, presentada ante la Justicia por un funcionario municipal. Una denuncia que, tal cual lo consignó este mismo medio en su edición de ayer, sería desetimada por el juez.
Garrote también se refirió a la propuesta de la ONG Red Solidaria con sede en Rosario (ver aparte) que intenta dar una respuesta inmediata a quienes se alimentan en las calles.
-¿Por qué es en las grandes ciudades donde se encuentra a la gente comiendo de la basura?
-Porque es un fenómeno urbano que deriva de la crisis de producción capitalista de las últimas décadas. Este fenómeno no se ve en los pueblos, ni en las ciudades chicas porque allí la circulación del alimento es mucho más personalizada. Siempre pasa alguien por la casa de la misma familia que le tiene preparado un paquetito. Aquí y ahora, esa forma de mendicidad no existe, hoy todo se arroja a la basura, no se separa ni se discrimina lo que se tira, y a la gente no le queda más remedio que revolver las bolsas, donde ha llegado a disputarse la comida con los perros o, lo que es peor, come del basural.
-¿Cuáles son los principales riesgos de comer de la basura?
-Las condiciones de este alimento son malas desde todo punto de vista. Digerir comida de la basura acarrea patologías asociadas a la descomposición de alimentos, se ingieren bacterias de todo tipo, y sabemos que alguien que se alimenta mal o no come no sólo baja de peso, sino que pierde altura y tiene consecuencias a nivel de sus habilidades intelectuales. Ni hablar de su subjetividad y su capacidad de relacionarse con los otros. ¿Qué se puede esperar de un chiquito de cuatro años que come de la basura?, ¿que le vaya bien en la escuela?, ¿que en el futuro pueda pelear por un mundo mejor? Y otro aspecto terrible es el de la inseguridad. Muchos se lastiman las manos por revolver las bolsas o aun peor, más de un chiquito se accidentó gravemente por esperar la basura bajo el camión.
-¿Está bien la propuesta de la Red Solidaria, que llama a que la gente seleccione los restos de comida antes de arrojarlos a la calle para que otros los coman?
-Es lamentable que la gente coma basura, pero estoy convencida de que cada problema tiene distintos niveles de complejidad y resolución y hay que buscar soluciones en todos los casos. Si esta es la táctica efectiva y urgente que encontró la gente para darle respuesta a quienes tienen hambre, me parece bien. En el primer mundo los grupos ecologistas llaman a separar el vidrio del metal y de lo orgánico, eso me parece bien porque apunta a cuidar el ambiente, pero qué hacemos con un ambiente sin hombres. Las personas deben ser nuestra prioridad, y reciclar el alimento nuestra tecnología apropiada. Esta tarea nos cabe a todos como comunidad, podemos colaborar para que la gente no se accidente y no mezclar residuos con comida porque no hace falta. Ahora bien, pretender que una sociedad resuelva sus problemas de distribución alimentaria así me parece una locura.
-Algunos dicen que esto es reordenar la miseria...
-¿Y no es lo que hacemos todos? Yo trabajo en la facultad y allí también reordeno miseria porque tengo como muchos la esperanza y expectativa de que el país salga adelante. Insisto: si hay un sector de la población que aún tiene capacidad adquisitiva, si se sabe que a mejores niveles sociales hay mayor producción y calidad de residuos, aprovechemos eso. Confieso que hablar de este tema suena a película de terror, pero digo: si el dueño de un restaurante no puede votar una ley o disponer de una partida alimentaria para un barrio pero puede reordenar su basura, que lo haga. Estos mecanismos informales ayudan en la crisis pero hay que tener en claro dos cosas: primero, que el Estado no puede aceptar este fenómeno, y segundo, que hay que distinguir más que nunca los términos estrategia de táctica para afrontar este momento.
¿Por qué?
-Porque estrategias se genera la gente para buscar soluciones en determinados espacios de poder. Pero a nivel de pobres nunca hay estrategias, apenas tácticas como esta de ordenar, acciones que no resuelven el tema de fondo, pero permiten a los débiles sobrevivir ya, y a un gran costo biológico, psicológico y social.



La experta propone que se separen los residuos.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Poner aparte lo aprovechable
Diario La Capital todos los derechos reservados