Año CXXXV
 Nº 49.471
Rosario,
martes  07 de
mayo de 2002
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Chirac designó a un derechista moderado en lugar de Jospin como premier francés
Luego de la aplastante victoria sobre Le Pen en el ballottage, el presidente nombró al senador Jean Pierre Raffarin

París. - Alentado por su aplastante triunfo electoral sobre el líder ultraderechista Jean Marie Le Pen, el presidente Jacques Chirac designó a un político moderado de provincia para que gobierne a Francia de cara a los cruciales comicios legislativos del mes próximo. Jean Pierre Raffarin, de 53 años, tiene seis semanas como primer ministro interino para aprovechar la victoria de Chirac y transformarla en una mayoría de centroderecha en las elecciones legislativas para la Asamblea Nacional del 9 y 16 de junio.
Raffarin sucede en el cargo al renunciante Lionel Jospin, derrotado en la primera vuelta, quién había sido nombrado primer ministro el 2 de junio de 1997, tras la victoria de la izquierda plural en las legislativas anticipadas.
Poco conocido fuera de Poitou-Charentes -el área al oeste de Francia en torno a Poitiers- donde encabeza el consejo regional, su nombramiento es una señal de que Chirac captó el mensaje de protesta de gran parte del electorado que está cansado con la falta de respuestas de su élite política. "He entendido sus pedidos por una república que esté viva, por una nación que sume sus fuerzas y por un cambio en la forma en cómo se conduce la política", expresó Chirac en el discurso tras su victoria, en el cual prometió luchar contra el delito y el desempleo.
Por su parte, luego de asumir su cargo, el flamante primer ministro expresó: "No nos olvidaremos del descontento expresado por el pueblo francés y este pedido de acción, esta demanda de que estemos más cerca de la gente".
Chirac ganó el ballottage electoral con el 82,2% de los votos en medio de un rechazo general a la extrema derecha. De inmediato designó a Raffarin para remplazar al socialista Lionel Jospin, humillado por Le Pen en la primera vuelta de las elecciones presidenciales hace dos semanas, como primer ministro.
Tras la derrota del 21 de abril, cuando fue relegado al tercer lugar en la votación por el líder ultraderechista, Jospin había anunciado sus planes de retirarse de la política. La designación del nuevo primer ministro fue hecha apenas una hora después de que Jospin presentara su renuncia, y con él la de su gobierno, en una visita de 13 minutos al Palacio del Elíseo, donde se reunió con Chirac, con quien compartió el poder durante cinco años en una complicada cohabitación.
Chirac, de 69 años, quien basó su campaña en una plataforma de reformas para impulsar la economía y luchar contra el delito, fue reelegido el domingo con la ventaja más amplia de los 44 años de historia de la Quinta República. Sin embargo, las cifras electorales con una victoria aplastante de Chirac reflejaron más que nada el rechazo a las ideas anti-inmigrantes de Le Pen antes que un voto de confianza al presidente.
Ilustrando el desafío que tienen por delante Chirac y Raffarin con vistas a las elecciones legislativas, sólo el 13% de la gente consultada por la encuestadora Louis Harris expresó que había votado por Chirac debido a su plataforma. El 75% de los entrevistados aseguró que la principal razón fue frenar a Le Pen, mientras que un 44% dijo que ni siquiera sabía quién era Raffarin.
El partido neodegaullista de Chirac, Reagrupación para la República, declaró abierta la campaña para las legislativas al instar al electorado a que le lleve al triunfo en junio y terminar con la desgastante "cohabitación" de poder compartido, que algunos señalan como una de las razones que ayudaron al ascenso de Le Pen.
"Si gana la izquierda será como volver al punto de partida. No habría un compromiso real para el cambio y sería como si no hubiéramos aprendido la lección de la primera vuelta", aseguró Patrick Devedjian, portavoz del partido RPR de Chirac.
A pesar de ser hijo de un ex ministro de gobierno, Raffarin cuenta con una imagen de origen popular que se convirtió en su carta principal ante un electorado que le da la espalda a la capital y pide mayor poder a niveles locales y regionales y políticos que entiendan sus preocupaciones. (Reuters y AFP)


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