Año CXXXV
 Nº 49.471
Rosario,
martes  07 de
mayo de 2002
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Modelo de goleador
Figueroa es el principal arma de Central

Mauricio Tallone / La Capital

Luciano Figueroa es coherente con su argot genético. Para el delantero de Central el gol es un documento de identidad que no admite falsificación y por eso en la cancha actúa en consecuencia. Sabe que ese instinto de goleador que trajo desde la cuna goza de la potestad intransferible para acceder a la admiración instantánea. Y aunque no lo reconozca, Lucho se encamina hacia ese territorio de deidades futboleras. Un paraíso preparado para pocos, pero pretendido por muchos.
Precisamente después de la soberbia actuación del domingo ante Gimnasia y Esgrima La Plata en el Gigante, la proa de Figueroa otea un horizonte imaginario, que sólo se anima a desgranar con el tono íntimo de los deseos.
Sólo de eso parece estar hecha su memoria, y de esa obsesión que gobierna a los goleadores ante cada cita con la red. Se nota que la mano de César Luis Menotti ha intervenido sobre estos momentos de felicidad, la ha diseñado. A cambio, el atacante canalla paga tanta confianza con su herramienta de seducción: el gol.
-Ahora más tranquilo, ¿seguís pensando que el triunfo ante Gimnasia fue el mejor partido de Central en el ciclo de Menotti?
-Sí, estoy convencido de que hicimos un buen partido. Es más, vi las imágenes por televisión y creo que tuvimos una gran producción, jugamos mucho por afuera como quiere Menotti, con pelota al piso y hasta pudimos haber convertido algún gol más.
-¿Entonces creés que el 2 a 0 fue un resultado mentiroso?
-Y sí, desperdiciamos un par de situaciones. Además de los goles yo tuve una que pegó en el travesaño y Federico (por Arias) también pudo haber convertido algunas chances más.
-Cuando se hablaba de que Central no ganaba los partidos porque carecía de contundencia, ¿te sentías tocado con esa apreciación teniendo en cuenta que tu función como delantero es hacer goles?
-Si, porque yo soy delantero y mi función principal es convertir goles. Además en varios partidos tuve situaciones para marcar y no lo hice. Cuando a uno le pasa eso siente que no está cumpliendo con su rol.
-¿Sos de irte intranquilo cuando no convertís?
-Yo quiero terminar el partido y sentir ese cosquilleo de haber convertido para que gane Central.
-¿Vivís para el gol?
-Mirá, cuando termina el partido y no hago goles me voy a mi casa fastidioso.
-De los siete que llevás en primera, ¿cuál disfrutaste más?
-El segundo contra Gimnasia porque fue la culminación de una linda jugada con Emiliano (por Papa) y Federico Arias.
-Además ese tanto movilizó a que la gente coreara por primera vez tu nombre.
-Sí, no lo podía creer. Lo miro por televisión, escucho ese grito y se me pone la piel de gallina. La verdad, todavía no entiendo porqué corearon mi nombre.
-¿Coincidís que desde la llegada de Menotti estás más participativo en el circuito ofensivo?
-Sí, el Flaco me pide que me muestre siempre como receptor de los volantes. La idea es que colabore y me tire atrás para tener más visión cuando encaro. Aunque Menotti quiere que no pierda de referencia el área.
-¿Te sentís el niño mimado de Menotti?
-No, para nada. Yo simplemente soy uno más del grupo que tiene que matarse en todos los partidos para ganarse un puesto.
-¿Te pusiste un tope de goles para este campeonato?
-No, aunque me gustaría hacer varios goles en cada uno de los dos partidos que restan.
-Entonces la idea es llegar a diez.
-Ojalá, me muero por llegar a esa cifra. Aunque creo que será muy complicado alcanzarla porque no todos los partidos y rivales son iguales.



"Fue el mejor partido con Menotti", asegura Figueroa. (Foto: Enrique Rodríguez)
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