Año XCCCV
 Nº 49.469
Rosario,
domingo  05 de
mayo de 2002
Min 15º
Máx 23º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Bariloche: Cien años no es nada
Entre lagos y montañas, en mayo de 1902, el general Julio A. Roca fundó la colonia Nahuel Huapi

El pasado viernes Bariloche cumplió 100 años. Ese día, en 1902, el general Julio A. Roca fundó la colonia agrícola Nahuel Huapi, entre lagos y montañas que luego se apartaron de ese destino para convertirse en uno de los sitios turísticos más bellos y visitados del mundo.
Atraídos por el notable parecido de esa región con sus lugares natales de la europa central, muchos alemanes y suizos se instalaron a orillas del lago Nahuel Huapi.
Es posible que ninguno de ellos imaginara que en una de las regiones más australes del mundo podrían reconstruir una villa alpina. Y también una vida similar, sin sobresaltos.
En 1903 el perito Francisco Moreno recibió tierras como premio por su arbitraje en el conflicto limítrofe con Chile, que luego donó parcialmente "para conservar la naturaleza". Pero fue recién en 1922 que un decreto del entonces presidente Hipólito Yrigoyen creó el Parque Nacional del Sur, actual Parque Nacional Nahuel Huapi.
El historiador y escritor Francisco Juárez cuenta que la guerra de 1914 frustró la edición de la primera guía turística de Bariloche, que el periodista Emilio Morales iba a escribir ese año. Años después, alrededor de 1929, llegaron a Bariloche los primeros viajes organizados. Al frente del contingente iba el joven José Ventura Pérez, quién un año antes, el 3 de junio de 1928, había concretado la excursión pionera a las Cataratas del Iguazú, en el vapor Bruselas.
Este joven, al que apodaban "Perecito", trabajaba en la orden Cardenal Ferrari y años más tarde, ya definitivamente volcado al turismo, fundó la agencia de viajes Eves, que aún sigue operando.

Club Andino y el esquí
También la historia del esquí en la Argentina está muy vinculada a la ciudad de San Carlos de Bariloche, y a la fundación, el 13 de agosto de 1931, del Club Andino Bariloche. Aquella iniciativa fue obra de cuatro hombres. Emilio Frey, un ingeniero que había participado con el Perito Moreno en la demarcación de límites internacionales; Juan Javier Neumeyer, un médico recién llegado; Otto Meiling, un deportista fenomenal y el empresario del transporte Reynaldo Knapp.
Para los cuatro el objetivo principal del club era explorar la región con fines deportivos, y en segundo orden estudiar proyectos turísticos para el cerro Catedral y el Parque Nacional.
La consolidación deportiva se produjo en la década del •50 con la adopción de adelantos técnicos como el cablecarril. Eran los años en que vino al país el entonces campeón mundial de esquí, Stein Ericksen, y otros europeos como Dinko Bertoncelj y Francisco Jerman, que se quedaron aportando experiencia y vigor.
En 1952 Argentina participó por primera vez de los Juegos Olímpicos en Oslo, Noruega; en 1958 del Campeonato Mundial de Esquí Alpino, en Austria y en 1960 de los Juegos Olímpicos de Invierno en Squaw Valley, Estados Unidos. Pero 1974 fue un año muy especial para los esquiadores de Bariloche: la Federación Internacional de Ski homologó las pistas del cerro Catedral para la realización de los campeonatos argentinos, el Kandahar de los Andes y el Latinoamericano. Tres años después fue sede del Congreso Fis, deslumbrando con su belleza a los deportistas de otras latitudes. El esquí de Argentina ya estaba en las pistas del mundo.
Las construcciones de Bariloche guardaron largo tiempo y aún lo mantienen, un encantador estilo que mezcla un aire teutónico con las maderas locales. Los primeros hoteles se construyeron junto al lago, en un estilo curiosamente mediterráneo. Blancos, como El Monasterio y cálidos como la hostería del Viejo Molino, ambos sobre la avenida Bustillo. Por allí abundan las cervecerías artesanales que reflejan una moda iniciada en la Inglaterra de los •80 para desafiar el imperio de la cerveza comercial y regresar al sabor del cereal malteado y el lúpulo.
Con 100 años, y en los albores del siglo XXI, Bariloche es un destino turístico internacional al que también llegan los anónimos pescadores de truchas y cazadores de ciervos que vienen en busca de veranos intensamente floridos y de inviernos blanqueados por la nieve.



El hotel Llao Llao está a los pies del lago Nahuel Huapi.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
De pioneros y aventureros
Diario La Capital todos los derechos reservados