Real Madrid, que ganó en Catalunya por 2-0 el partido de ida, se consagró ayer finalista de la Liga de Campeones de Europa, al empatar en un tanto con Barcelona en el desquite, que en esta ocasión se desarrolló bajo el signo del temor que implicó la explosión de un coche bomba en la puerta misma del estadio Santiago Bernabeu, tres horas antes del juego.
Raúl condujo a Real Madrid a la final de Glasgow con un golazo desde fuera del área que bloqueó el milagro que buscaba Barcelona, que tan sólo llegó al empate con un tanto de Helguera, en contra.
El delantero, como en el Nou Camp la semana pasada, volvió a ser clave en el desarrollo de este clásico español trasladado a las semifinales de la Liga de Campeones.
Si en Barcelona le bastaron un pase y un quite oportuno para decidir la lucha en favor de Real Madrid, en el Bernabeu otra acción en la que despojó del balón a un zaguero rival le permitió clavar un zurdazo contundente al ángulo superior izquierdo de Roberto Bonano, de gran tarea.
El momento clave
Esta jugada resolvió la confrontación en un momento clave, precisamente cuando se reclama la aparición de las estrellas, en la que Raúl no faltó a la cita. Y eso que el Angel no está en su temporada más prolífica.
El gol fue un castigo injusto para Barcelona que, producto de su necesidad de remontar la serie, llevó la iniciativa y controló el juego ante un Real impreciso y dubitativo.
Los hombres de Carlos Rexach, no obstante, carecieron de más peso en ataque y la fortuna también les dio la espalda, cuando un disparo del brasileño Fabio Rochemback se desvió en su compañero holandés Phillip Cocu y se estrelló en el palo derecho del arco de César.
Esa fue la primera gran ocasión de acercarse al milagro, porque hasta entonces el partido se había movido bajo su control, pero el exceso de ganas provocó precipitaciones que les permitieron a los locales mantenerse inalterables en defensa.
El francés Zinedine Zidane y Guti habían avisado ante la valla de un seguro Bonano en un par de oportunidades, aunque Real Madrid no jugaba bien.
Con la ventaja a su favor, Real salió a especular en el complemento, cuando Vicente del Bosque dejó afuera a Zidane por el brasileño Flavio Conceiçao y el holandés Marc Overmars reemplazó al italiano Francesco Coco.
Así y todo, Guti tuvo el 2-0 en su zurda, pero no supo resolver ante Bonano.
Y acto seguido volvió a responder sensacionalmente ante Raúl, para que posteriormente llegara la igualdad catalana con un sutil toque de derecha de Saviola que rozó en Iván Helguera y llegó a la red.
Pero Barcelona no tuvo continuidad para intentar la hazaña y a Real le bastó con dejar pasar el tiempo, administrar el balón con Santiago Solari y no inquietarse demasiado pese a algunos sobresaltos provocados por Luis Enrique y el holandés Patrick Kluivert.
El orgullo, el empuje y las ganas de Barcelona no pudieron con el lastre del marcador adverso y Real Madrid consiguió meterse en el Hampden Park. (Télam)
La Ciudad
