Año CXXXV
 Nº 49.399
Rosario,
sábado  23 de
febrero de 2002
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Apicultores de la región apuntan a la trazabilidad para ganar mercados
La miel apuesta a ganar más valor con el juego de las diferencias
Marca de origen y nuevos métodos para diferenciar la floración, estrategias para un producto de exportación

Marcos Cicchirillo / La Capital Leonardo Stringaro

Apicultores santafesinos instalarán en la comunidad de Luis Palacios un centro de extracción y fraccionamiento para toda la producción de la región. La intención es alcanzar la "denominación de origen" para sacarle un mayor jugo al precio que se consigue en los mercados internacionales por la venta a granel. Al mismo tiempo, dentro del Inta (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) se está terminando de desarrollar un método complementario y sencillo al que existe en la actualidad para poder clasificar a las mieles por su composición.
Las mieles monoflorales podrán ser encuadradas, por lo cual permitirá potenciar al país -que ocupa el tercer lugar como productor, detrás de Estados Unidos y China- como primer exportador del mundo, con ventas por valor de 80 millones de dólares al año.
"Argentina tiene muchísimas colmenas, pero también exporta mucho a granel, sin clasificar", explica Martín Irurueta, quien pone a punto el método en mieles nacionales, en el Inta.
Por su parte, los apicultores santafesinos junto con el Programa Apícola provincial vienen buscando desde hace tiempo diversas alternativas para diferenciar la producción de miel de la región a través de la "denominación de origen", para incorporarle de esta manera valor agregado a sus exportaciones. Para avanzar en este sentido llegaron a un acuerdo con la comunidad de Luis Palacios para instalar una sala de extracción y fraccionamiento de miel para toda la producción reunida en el departamento Rosario y zona de islas.
La flamante Asociación Cooperativa de Productores Apícolas, que reúne a unos 40 apicultores de la zona Rosafé, acordó con la comuna de Luis Palacios, la instalación en ese pueblo de una sala de extracción y fraccionamiento de miel para toda la producción reunida en el departamento Rosario y zona de islas.
El convenio, que está siendo implementado por estos días, tiene como idea central dar un paso más en la cadena de valor, empezando a comercializar miel con algún grado de diferenciación a partir de la identificación que se le puede otorgar a la zona de Luis Palacios como productora de miel.
Según el Ministerio de la Producción provincial (Magic), este es el primer paso que se está dando con un municipio para comenzar a trabajar en una serie de identificaciones de productos de la localidad y otras regiones vecinas, estableciendo el camino que en un futuro puede alcanzar las reconocidas "denominaciones de origen".
El presidente comunal de Luis Palacios, Elbio Biyovich, se comprometió a generar los instrumentos necesarios para la adecuación de la sala de extracción, a cambio de que el grupo apícola contrate personal del mismo pueblo para realizar los trabajos de fraccionamiento demandados por las casi cinco mil colmenas que maneja la Asociación de Productores.
Por otra parte, las mieles monoflorales argentinas en poco tiempo más podrán ser clasificadas con un método actualizado y más económico, lo que permitirá también diferenciar la producción. Esto habilitará la apertura de nuevos nichos de mercados en el mundo y una menor dependencia del precio comodities que recibe por la exportación a granel.
Los apicultores argentinos exportan con el origen floral discriminado, pero Irurueta aplica un método químico -el registro de "flavonoides"- reconocido por países de alto consumo que importan también producción argentina a granel.
El método valida el simple recuento de granos de polen (o palinológico), el único hasta ahora a partir del cual se determina si una miel es monofloral según su origen botánico: de eucalipto, de citrus o de tréboles.
La tendencia de la abeja a "pecorear" en flores distintas a las predominantes en la zona de recolección, hace imposible obtener miel monofloral pura.

Los últimos detalles
El nuevo método probado en mieles argentinas en el Instituto de Tecnología de Alimentos del Centro de Investigación Agropecuaria Castelar del Inta, entró en su etapa final y quedará listo en pocos meses, explicó Irurueta.
Los ensayos del Irurueta han sugerido, incluso, cierta arbitrariedad en los porcentajes de polen establecidos por la ley, que podrían variar en el futuro.
La precisión mejorará la competitividad y el precio de las mieles monoflorales argentinas, porque si bien hay similares europeas o estadounidenses, el clima y la tierra le dan otro gusto y una valiosa "denominación de origen" para explotar.
Con un mercado interno muy reducido, la Argentina exportó en los primeros nueve meses del 2001 unas 62.500 toneladas de miel por unos 60 millones de dólares, según datos provisorios oficiales del Ministerio de Economía.
La producción de miel atrajo a miles de productores jóvenes que en las últimas tres décadas protagonizaron el boom de la actividad, casi al mismo ritmo con que las abejas africanas avanzaron desde el norte a sus congéneres argentinas.
Sólo China, con 253 mil toneladas, y Estados Unidos, con 101 mil, superan la producción de miel de la Argentina, en total de unas 90 mil toneladas anuales.
Parte de una tesis doctoral conjunta con la Universidad de Salamanca, que será rendida este año, el trabajo de Irurueta se sirve del registro de flavonoides (compuestos fenólicos presentes en los vegetales) a través de un cromatógrafo líquido.
El método es complementario al análisis de polen, pero despeja las dudas y distorsiones en las normas vigentes del recuento de granos de polen.
Para la miel de eucalipto, por ejemplo, se exige 70% de presencia de granos de polen de esa flor. El umbral es del 20% para la alfalfa y del 45% para otras flores, en el promedio general.
En España, explica el Inta, este método ha sido empleado para determinar el origen de las mieles empleadas con exclusividad en la fabricación de turrones, como el afamado de Jijona.
Pero cada miel monofloral, además, transporta determinadas cualidades terapéuticas reconocidas muy apreciadas en los mercados hacia donde exporta la Argentina, en especial los europeos.



Argentina es el tercer exportador mundial de miel.
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