Eran cerca de las 3 de la madrugada cuando Roque Meza, un humilde comerciante del barrio Santa Lucía, escuchó que alguien golpeaba la puerta de chapa de su casa con insistencia. Al parecer el hombre estaba acostumbrado a que fueran a pedir fiado a esa hora de la noche y al abrir se encontró con una pareja que venía en busca de cerveza. Después es poco lo que se sabe con certeza: Roque se habría resistido a entregar la bebida e intentó cubrirse detrás del puerta, pero desde afuera primero le arrojaron un piedrazo que le pegó en la cara y después le efectuaron un disparo que atravesó la puerta y le dio en un pulmón. El hombre murió prácticamente en el acto y pocos minutos después la policía detuvo a cuatro sospechosos, dos de los cuales son menores de 17 y 16 años.
El crimen ocurrió ayer en la vivienda del pasaje 1756 2090. Meza, de 50 años, vivía solo allí desde hacía un par de años cuando accedió a una pequeña casa construida por el Estado provincial. En esa mismo local abrió primero una carnicería y luego un quiosco "con el que apenas podía sobrevivir", contó ayer Antonia, su hermana. Antes de abrir la pequeña despensa, la víctima trabajaba como albañil. Hasta que un problema en la columna vertebral le impidió realizar trabajos pesados.
Discusión
Según relataron sus familiares, Roque Meza fue despertado por alguien que llamaba a la puerta de su casa. Antonia recordó que su hermano siempre atendía a los clientes a través de una ventana enrejada para evitar asaltos. Por eso ayer no comprendía cómo pudo abrir la puerta a esa hora. La sospecha de la mujer y Cayetano, otro hermano de la víctima, es que Roque tal vez conocía bien a quienes llegaron con la intención de comprar cervezas y por tal motivo les abrió la puerta.
Fuentes de la investigación consignaron que hasta el negocio de Meza habían llegado una pareja y un par de muchachos. Todos tenían la intención de llevarse alguna bebida, pero pretendían que les fiaran. La policía tampoco descartaba que el episodio haya constituido un intento de robo. Lo cierto es que la víctima se habría negado de plano a entregar la cerveza y entonces comenzó una pelea. Meza primero recibió un piedrazo en la cara, luego retrocedió e intentó cubrirse detrás de la puerta de su casa. En ese momento se produjo un disparo, presumiblemente de un revólver de bajo calibre.
La bala atravesó la chapa como si fuera papel y se introdujo por la espalda de Meza para terminar perforando un pulmón. El hombre cayó gravemente herido dentro de la casa y murió antes de que pudieran atenderlo, mientras que el grupo de jóvenes escapaba en diferentes direcciones.
Los primeros sospechosos en caer detenidos fueron Nancy Silvina Orué, de 23 años, y Gabriel Alejandro Franco, de 22. La pareja fue arrestada en el pasaje 1746 al 2000, a pocas cuadras del lugar del crimen. El operativo de búsqueda comenzó con el Comando Radioeléctrico, que fue la primera fuerza en llegar al sitio, al que luego se sumaron efectivos de la subcomisaría 22ª.
Minutos después en el patio de una vivienda ubicada en el pasaje 1748 al 2100 fue detenido un menor de 17 años. El otro imputado sería un menor de 16 años. Estos dos chicos son primos y al igual que los otros dos también viven en Santa Lucía.