Año CXXXV
 Nº 49.386
Rosario,
domingo  10 de
febrero de 2002
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Moisés Ville: Sueños de libertad
La comuna santafesina posee un valioso patrimonio de la primera inmigración judía en nuestro país

Germán Ulrich

La comuna santafesina de Moisés Ville, poseedora de un valioso patrimonio arquitectónico y cultural, es testimonio de la primera inmigración judía en la Argentina y aún conserva los rasgos propios de las poblaciones surgidas a finales del siglo XIX.
Con el bien ganado rango de lugar histórico nacional y ubicada a 175 kilómetros de la ciudad de Santa Fe, Moisés Ville fue creada en 1889 por el primer núcleo organizado de judíos rusos que llegó al país con el sueño de rehacer sus vidas en libertad, tras sufrir la opresión en el imperio ruso de los zares.
En rigor, la localidad no posee acta de fundación porque no fue fundada, sino asentada por un grupo de israelitas "pioners" del trabajo agrícola, que la convirtieron no sólo en la primera y más antigua de las colonias, sino en la génesis de la población judía agrícola.
Sus primeros pobladores llegaron a Buenos Aires el 14 de agosto de 1889 en el vapor Weser; iban hacia un sitio denominado Nueva Plata, próximo a la ciudad bonaerense de La Plata, a unas tierras que pertenecían al hermano de José Hernández, el autor del Martín Fierro.
Pero esas tierras no estuvieron disponibles para los judíos rusos, que debieron buscar otro lugar, acuciados por sus urgencias económicas y el desconocimiento del idioma.
Así, con la colaboración del asesor letrado de la Congregación Israelita, Pedro Palacios, y luego de pacientes gestiones, unas 90 de las 138 familias que llegaron en el Weser se establecieron en el actual emplazamiento de Moisés Ville. Poco tiempo después, el 10 de enero de 1890, presentaron al Departamento Topográfico de Santa Fe la traza del pueblo, ubicado en los lotes 103 y 104 de la Colonia Palacios, que había realizado el agrimensor Tomás de Panfils.
El nombre de Moisés Ville fue propuesto por el rabino Aaron Goldman, guía espiritual del grupo, y fue aceptado el 9 de mayo de 1890.
Los habitantes del pueblo se juramentaron no abandonar esas tierras donde enterraron a sus hijos, víctimas de una epidemia de tifus, un hecho que conmovió a la comunidad y que derivó en la fundación del tercer cementerio judío de la Argentina.
Las tierras de Moises Ville fueron adquiridas al doctor Palacios por gestión del Barón de Hirsch (1831-1896), creador de la Jewish Colonization Association, organismo que promovió la emigración de miles de judíos residentes en Rusia.
A partir de la adquisición de las 10 mil hectáreas, que luego totalizaron 118.262, el esfuerzo de los gauchos judíos generó en la zona un progreso que no se limitó a la actividad rural, sino que promovió la vida religiosa y cultural. Los judíos trasladaron sus formas de vida, su manera de asentarse en líneas y de edificar sus casas en las esquinas y no en el centro de las parcelas, como era habitual en colonias de otros orígenes. Las generaciones de descendientes fueron incentivadas tanto al estudio como a la investigación, al mismo tiempo que construyeron edificios que aún perduran.
Entre los más destacados está la sinagoga Brener -declarada monumento histórico nacional-, construida en 1905 y que es el edificio religioso más antiguo que se conserva con sus características originales.
Además, la Sociedad Kadima fue fundada en 1909 como una entidad cultural que incluía biblioteca, coro y grupos musicales y teatrales. Su actual sede se inauguró 20 años después y es un edificio que se distingue por su acústica y perspectiva visual.
También es interesante visitar la Biblioteca Barón Hirsch, que conserva su mobiliario y patrimonio literario original, que con el tiempo se ha incrementado y actualizado con obras en idiomas español, alemán, idish, inglés, francés y ruso.
Con el nombre de Barón Hirsch también fue bautizada una sinagoga de 1920, de líneas monumentales, que tiene una biblioteca religiosa con textos sagrados y Torás traídos por los pioneros.
La Sinagoga Obrera, fundada en 1916 por artesanos y obreros, está en desuso, aunque se conserva el edificio, mientras que un monumento alegórico en el Bosque del Centenario recuerda la Sinagoga Lituana, fundada en 1915 por intelectuales de ese origen y demolida en 1980.



La ciudad fue creada en 1889 por inmigrantes rusos.
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