Año CXXXV
 Nº 49.379
Rosario,
domingo  03 de
febrero de 2002
Min 18º
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Mercados: Duhalde, con programa pero sin plan
Hasta ahora, el gobierno sólo tomó una serie de medidas inconexas. Cómo viene la pelea con la Corte

Salvador Di Stefano

El único programa que tiene el presidente Eduardo Duhalde es el que se emite por radio nacional. El resto son una serie de medidas económicas inconexas, que sólo pretenden inyectarle al peso la magia que tiene el dólar sin resultado alguno.
Para no pecar de pesimistas, habrá que empezar por las dos medidas positivas que se tenían previsto anunciar, Dios mediante, en el transcurso del fin de semana. La primera de ellas tiene directa relación con la libre flotación del tipo de cambio. Esto es un alivio para los sectores exportadores que debían convivir con un tipo de cambio comercial a un precio mucho más bajo que el dólar libre. Esto impulsará a la suba la cotización del dólar libre, ya que el Banco Central República Argentina (BCRA) se queda con menos poder de fuego para resistir una suba de la divisa.
A partir de ahora deberá ser menos timorato a la hora de intervenir, y sólo lo hará cuando este seguro que puede triunfar. Por lo tanto, no sería descabellado pensar que el dólar se posicione unos cuantos escalones más arriba que el precio actual, para que luego el BCRA intervenga con inobjetable éxito.
En este escenario, no sería raro pensar que el dólar libre se mueva en el mercado como el dibujo de una montaña rusa, a gran velocidad y con continuas subas y bajas, que lleven más incertidumbre al ciudadano medio.
La recomendación es que no hay que apresurarse a comprar. El escenario está muy enrarecido.
La segunda medida positiva es la posibilidad de que el gobierno pague los intereses que se devengan del canje de la deuda fase 1 en dólares. De esta forma quedaría desterrada la versión que indicaba la posibilidad de que estos bonos se pesifiquen.
Esto sería muy positivo, ya que el país mostraría voluntad para pagar la deuda externa. De esta forma, quienes tienen bonos u optaron por el canje de la deuda están mucho más tranquilos que los ahorristas que volcaron sus fondos en plazos fijos, que en los próximos días verán pesificados sus ahorros en dólares a una paridad de 1,40 cuando en el mercado el dólar libre cotiza por encima de dos pesos.
Por ahora, y solamente por ahora, los que tenían bonos están en una situación relativamente mejor que los tenedores de plazo fijo en dólares. El veredicto final sobrevendrá en el mes de marzo, cuando el gobierno nacional, luego de cerrar el acuerdo con el FMI se disponga a renegociar la deuda externa argentina.
Si el gobierno se compromete a pagar los bonos, con una quita importante en la tasa de interés que devengan y alargando plazos, pero los paga en dólares, los que poseían bonos van a ver su patrimonio menos perjudicado que los que tenían dinero en las entidades financieras.
Pasadas estas dos medidas positivas (que no son pocas ya que en enero no se encontraba ninguna) hay que explicar la probable pesificación, que es una verdadera estafa.
Los depósitos serán pesificados a una paridad de 1,40; mientras que los créditos no pesificados uno a uno se harán a una paridad de 1,20. Esto quiere decir que la diferencia entre los depósitos y préstamos la abonará el Estado nacional (los que pagamos impuestos) con un bono a largo plazo por un monto que rondara los 8.000 millones de dólares, aplicando un subsidio explícito a todos aquellos que se endeudaron y castigando a los que creyeron en el país y tuvieron la osadía de especular haciendo un modesto plazo fijo a 30 días en dólares para preservar el valor de sus ahorros.
"Dicen en el reino del revés que se castiga al ahorro y se subsidia al que se endeuda" esta estrofa se incorpora textualmente a la canción el Mundo del Revés de María Elena Walsh.
Por el momento también se habría descartado la implementación de las retenciones a la exportación de petróleo ya que el producido de su recaudación era muy exiguo y eran más los perjuicios que los beneficios que traía a futuro, ya que se desmoronaría la inversión en el sector energético.
El mayor problema de las nuevas medidas es la pesificación de las deudas no bancarias, ya que esto implica una intromisión en los contratos privados que afectaría la credibilidad del sistema a futuro, ya que nadie sabrá en que moneda o unidad de cuenta realizar los contratos.
Este tema debe ser tomado con mucha cautela, ya que se entraría un precedente muy difícil de borrar a futuro, en una clara violación de los derechos de propiedad privada. Las manifestaciones de los ahorristas hoy, serán el cacerolazo de los que tienen deudas mañana si se aplica el índice de actualización de depósitos y préstamos, ya que esto operará con un efecto similar a la diabólica circular 1.050 que llevo a las nubes los créditos del sistema financiero en la década del 80.
En síntesis, el gobierno no tiene plan, ni programa, su enemistad manifiesta con la Corte Suprema llevo a un enfrentamiento entre poderes que puede hacer volar por el aire al sistema financiero.
El verdadero problema de la Argentina no es la devaluación, sino la violación sistemática de los derechos de propiedad, el no pago de su deuda externa y la recurrencia en mostrar déficit en los presupuestos estatales. Es necesario administrar bien, bajar el gasto público, honrar los compromisos y no prepotear a la propiedad privada, lo demás es puro cuento.



Duhalde tiene su propio programa, pero de radio.
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