Año CXXXV
 Nº 49.379
Rosario,
domingo  03 de
febrero de 2002
Min 18º
Máx 31º
 
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Punto de vista: El retorno a un deber indelegable

U.G.Mauro / La Capital

Según fuentes altamente confiables, esta edición "estatizada" del festival de Cosquín generó, por lo menos, $230.000 de pérdida.
El dato será aprovechado por los ventajeros profetas del libre mercado y la privatización para seguir denostando contra ese Estado ineficiente que los priva de hacer sus negocios, pero del que buscan -y a veces logran- una inexcusable complicidad para que les "subsane o ¿subsidie?" sus pérdidas.
Porque cabe recordar, por un lado, que durante las ediciones "privatizadas" del festival de años anteriores, las pérdidas fueron, en cada una, mucho mayores que en esta ocasión. Por el otro, y ya que de folclore se trata, citemos a Atahualpa Yupanqui: "El ventajero es alguien repudiable, en el que se esconde el oportunista, el desleal, el acomodaticio, el que le tiene miedo a la vida y a la verdad... Todo ventajero hospeda en sí a un alcahuete."
En otro plano si en el festival siempre se hubieran respetado los reglamentos, hoy Soledad recién andaría por su tercer disco y Abel Pintos por el primero. El rosarino Martín Sosa, un niño de 10 años, no pudo subir al escenario invitado por Guarany por ser menor de edad. Incoherencias de un festival en el que varias veces hubo cobijas para pocos e invierno para muchos.
Un festival que este año casi no se hace y que fue difundido poco y mal por una señal de cable, el Canal 26, casi olvidada. Tampoco fue gran cosa la programación; más allá de los artistas más convocantes -Soledad, Guarany, Nocheros, etcétera- presentó pocas ofertas novedosas y/o de calidad, números repetidos, ausencias notables y propuestas olvidables. Y sin embargo, Cosquín se hizo. Con el sólo esfuerzo de una Comisión de Folclore desquiciada por la crisis local y nacional, pero se hizo. Alguien, a nivel oficial y como pudo, cumplió con el deber indelegable del Estado de promover -porque es inversión muy rentable y no el gasto que aducen los mercachifles- las expresiones culturales del pueblo, para el pueblo.


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