Año CXXXV
 Nº 49.379
Rosario,
domingo  03 de
febrero de 2002
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Le arrebataron el reloj y ultimó a tiros a los ladrones
Un empresario fue sorprendido cuando paró su auto en un semáforo. Bajó del vehículo y disparó su arma

Buenos Aires.- Un empresario mató ayer a balazos a dos delincuentes que lo asaltaron cuando detuvo su auto en un semáforo y le arrebataron un reloj, en el barrio de Belgrano. El hecho ocurrió poco después de las 11 en avenida Libertador y Mendoza, donde el empresario detuvo su Peugeot 505.
Según fuentes de la comisaría 51ª, el hombre fue sorprendido por un asaltante que lo increpó con una navaja y le arrebató su reloj Rólex a través de la ventanilla. Con el botín en mano, el ladrón se subió a una moto, guiada por un cómplice, y ambos intentaron escapar.
En ese momento, el hombre asaltado tomó una pistola calibre 9 milímetros, descendió del Peugeot y disparó en forma reiterada contra los delincuentes. Uno de ellos recibió un tiro en la cabeza y el otro en un homóplato y ambos cayeron muertos de la moto a los pocos metros.
Las crónicas policiales porteñas llevan registrados más de 150 casos de gente que impartió justicia por las armas desde el 16 de junio de 1990, cuando el ingeniero Horacio Santos persiguió con su auto y mató a dos ladrones que le robaron el estéreo, en el barrio de Villa Devoto.
El "caso Santos" se convirtió en el termómetro inicial del comportamiento social argentino en situaciones límite. Ese hecho, además de inaugurar un controvertido debate, sentó jurisprudencia porque consideró que el ingeniero había actuado bajo conmoción violenta.
En 1995 la sala I de la Cámara del Crimen redujo a tres años de prisión en suspenso la condena contra el ingeniero Santos y se opuso así a la sentencia de 12 años de cárcel por doble homicidio simple que le había dictado una jueza porteña.
Con ese fallo, los camaristas entendieron que Santos había actuado en exceso de legítima defensa y que el imputado debía permanecer en libertad.
Hace algo menos de un año, en marzo del año pasado, se registraron los últimos dos casos de víctimas de asaltos que se enfrentaron y mataron a delincuentes.
Uno de ellos ocurrió en Lomas de Zamora, donde un hombre murió después de tirotearse y balear a dos delincuentes que intentaron robarle la camioneta y que también fallecieron en el enfrentamiento. El otro tuvo lugar en Florencio Varela, en marzo del 2001. En esa oportunidad, un comerciante cayó muerto en un tiroteo con asaltantes que irrumpieron para robar en su vivienda y que también murieron baleados. (Télam)


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