El comercio de granos volvió esta semana a atravesar por un terreno pantanoso porque la falta de reglas claras agudizó el tire y afloje de las puntas compradora y vendedoras, sumándole más incertidumbre al sector. Uno de los puntos más conflictivo con el Estado, es el IVA agrario no sólo por las deudas de más de 700 millones que aún no fueron pagadas sino también por cómo se pacte de ahora en más con las nuevas condiciones económicas. Si bien hay varios proyectos en danza, el denominado Cupiva es el que han consensuado los distintos integrantes de la cadena agroexportadora y el que fue presentado al gobierno , que se ha comprometido a estudiarlo. De todos modos, al cierre de esta edición circulaba la fuerte versión de que se reduciría la alícuota al 10,5 % para los productos agropecuarios y de concretarse esta propuesta las entidades la rechazarían.
El IVA agrario siempre fue objeto de debate en todo la cadena agroexportadora ya que su operatoria trajo más de un dolor de cabeza para los integrantes de la misma.Según un estudio publicado por la dirección de estudios económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, del 100 % de los montos de las ventas realizadas en el comercio de granos en el año 2001, el 86 % correspondió a negocios con el sector exportador, ya sea de granos, como de aceites, productos y subproductos que tendrán por destino final el exterior. Sólo el 14 % fueron operaciones que pueden considerarse como propias de "mercado interno", ya sea para industrias de comercialización local, como para abastecer el consumo u otros destinos menores.
La devolución
El tema tomó más vigencia desde el cambio de política económica a nivel nacional, sobre todo, por la gran deuda que tiene el Estado con el sector agroexportador, que asciende a los 700 millones de pesos. Si bien esta cifra había sido dolarizada en la administración del ex-ministro Cavallo, la actual conducción hizo saber que no tiene fondos para hacer frente a su inmediata devolución y es uno de las disputas con ese sector. En rigor, el mercado volvió a pararse y presiona por definiciones .
Hay varios proyectos en danza y Barrilli y Asociados lo resumió de esta manera: \* Elevar la retención por parte del comprador al 21 %, y permitir al vendedor la libre disponibilidad del importe retenido.
* Incrementar el porcentaje de IVA a retener por el comprador del 12 % actual, al 18 %, e instrumentar un mecanismo de devolución automática desde el fisco al productor, previa verificación de las registraciones de las primarias, pago del saldo de las DDJJ de IVA por parte del productor y la coincidencia con lo informado por el Agente de Retención (Sicore) \* Implementar un sistema de Certificados de Créditos Fiscales IVA Exportación ( o Cupones de Procesamiento de IVA Exportación - Cupiva ), divisibles y transferibles, \* Reemplazar el IVA por un impuesto a las ventas a consumidores finales.
* Eximir de IVA a la producción primaria, como era hace tiempo, y aplicar el impuesto a partir de la primera etapa de la industrialización en el mercado interno.
El proyecto que más fuerza tomó estas semanas fue el denominado Cupiva, consensuado por los distintos integrantes de la cadena agroexportadora y donde participaron , entidades el agro, bolsas de comercio y acopiadores e industria y corredores. El proyecto fue presentado al gobierno que se comprometió a estudiarlo.El eje central de esta propuesta es que cuando el exportador ingresa divisas al país, el Estado disponga de una cuenta Cupiva y donde se acreeditaría el 21% en la misma a valor un peso un cupiva. De esta manera, cuando se compra algo, se hace una transferencia a la cuenta del comprador y el productor paga su IVA con la misma cuenta, por ejemplo, cuando compra insumos.Sus destinatarios principales son los exportadores, productores, acopiadores, y corredores, inscriptos en el actual sistema de IVA granos y los demás actores de la cadena (insumos, etc), que deberían abrir esta cuenta en banco, ya que el sistema estaría bancarizado. Dado que un cupiva es igual a un peso, podría ser fraccionado de la misma manera que el peso y sería un crédito fiscal generado a partir del ingreso de divisas vinculadas a las exportaciones.
Para los integrantes de la cadena agroexportadora, las ventajas de este sistema seria la bancarización total del sistema IVA agrario, a la vez que se generaría liquidez sin emisión monetaria mediante la creación de una línea de crédito específica para el IVA exportación. Otro de los sustentos del proyecto Cupiva, es que de esta manera, no habría retenciones para el productor y como tendría un efecto multiplicador porque son transacciones económicas sin inflación-ya que no habría emisión- se estimularía una rápida reinversión del productor.
De todas maneras, al cierre de esta edición, la versión más fuerte que circulaba sobre , era que el gobierno recortaría la alícuota del IVA a los productos agropecuarios al 10,5. De concretarse esta versión, las entidades anticiparon su repudio a este propuesta. Como todo en Argentina. Habrá que esperar.
La Ciudad
