Año CXXXV
 Nº 49.375
Rosario,
miércoles  30 de
enero de 2002
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La música como vínculo prenatal
Con un método de su creación, el musicoterapeuta Gabriel Federico logra bebés alegres y mejor alimentados

Silvia Lo Presti / La Capital

Cuando la música llega al cerebro a través del canal auditivo, moviliza sensaciones y recuerdos. La melodía que acompañó nuestro primer baile o una declaración de amor, quedará grabada en la memoria de forma tal que con sólo volver a escucharla será posible "revivir" ese momento. Ese mismo principio rige la metodología de trabajo creada por Gabriel Federico, un musicoterapeuta de 33 años, graduado en la Universidad de El Salvador y radicado en Buenos Aires, autor del libro "El embarazo musical".
Gracias a sus conocimientos sobre embriología y desarrollo fetal, Federico utiliza el recurso de la música para llegar a los bebés durante el embarazo. Mediante el método Mamisounds logra niños más alegres, menos llorones, que se alimentan mejor y con pocas dificultades para dormir. El método de estimulación prenatal con música mejora también la calidad emocional del embarazo, del trabajo de parto y del nacimiento, ayudando a reducir el nivel de ansiedad y el estrés neonatal.
Federico, quien fue invitado a exponer sobre su trabajo en Estados Unidos y Canadá, desarrolla esta técnica desde hace 7 años en la forma de talleres grupales con embarazadas o parejas. Los asistentes se agrupan de acuerdo a las características individuales (hipoacúsicas, panicosas, con problemas de obesidad u otros).
"El bebé por nacer se irá relacionando con melodías que reconocerá dentro del útero y que una vez nacido lo calmarán remitiéndolo a ese estado placentero que vivió durante la gestación", afirma el musicoterapeuta en diálogo con La Capital .
Los talleres son coordinados por Federico y supervisados por una psicóloga y un obstetra. "Primero hacemos un trabajo de relajación en movimiento y luego una serie de actividades donde la música pasa a ser un puente de conexión con el bebé, buscando distintas sensaciones relacionadas con las fantasías y ansiedades", agrega.
En cuanto a la música utilizada, el profesional opina que prefiere la suave y melodiosa. Con esta el bebé responde pasivamente. Por el contrario, si es muy rítmica, "se mueve mucho y patea. En estos casos, la mamá cree que su hijo la está pasando bien, sin embargo, eso no equivale a decir que tiene una sensación agradable", dice.
Para corroborar su experiencia, evalúa las respuestas fetales mediante un ecógrafo. "En las ecografías podemos medir la repercusión de las diferentes melodías. Cuando la reconocen se quedan tranquilos como si se acomodaran para escuchar". Sin embargo, se apresura en aclarar: "No se trata de utilizar cualquier melodía, porque sino funcionaría como un sonido cualquiera".
El sonido llega al bebé a través de tres vías: auditiva (a partir de la 14º semana de gestación el oído está apto para captar los sonidos exteriores al cuerpo de la madre); sensitiva, lo que llega a través de la vibración; y la sensorial, lo que la mamá le transmite al escuchar la melodía. Para que la música adquiera sentido para el bebé tiene que llegar a través de esta última vía y alguna de las otras dos.
Contrariamente a lo que podría pensarse, no necesariamente la música clásica es la elegida durante los talleres. Además de incorporar aquellas melodías seleccionadas por las embarazadas, utiliza también los acordes de la música de películas y de la new age. "Un musicoterapeuta no discrimina", agrega. Prueba de ello es que fue convocado a participar de un trabajo de parto al ritmo de Rodrigo.

Parto sin dolor
Además del acompañamiento del embarazo, en caso de que la pareja lo solicite, Federico está presente durante el trabajo de parto. "Hago que la mamá trabaje con la voz, para que se abra y relaje el cuello del útero. Moviliza el cuello, los labios y toda la musculatura lisa; en la medida que se relaje y distienda, no va a sentir dolor", dice.
Luego de producido el parto los grupos continúan hasta que los bebés tienen 6 meses. "Oriento a las mamás acerca de cómo utilizar la música para organizarse en su casa con el nuevo ser. Por ejemplo, cuando llega el momento de separar la noche del día, aconsejo que el último amamantamiento de esa jornada sea acompañado por una melodía. De esta forma el bebé se relaja, succiona al compás de lo que escucha y podrá estirar el período del sueño".
El especialista aclara que la utilización de esta técnica "no garantiza que el niño sea artista. Lo que buscamos es que sean sensibles y despiertos", subraya.
Finalmente Federico dijo que para esta actividad hace falta una base musicoterapeuta importante. "No lo puede hacer un disc jockey con una profesora de yoga".
El método Mamisounds (www.mamisounds.com.ar) incluye programas para recién nacidos de riesgo, bebés con necesidades especiales hasta los 3 años y rehabilitación de niños con alteraciones neurológicas.



La estimulación prenatal con música mejora el parto.
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