Año CXXXV
 Nº 49.358
Rosario,
domingo  13 de
enero de 2002
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Pakistán ilegalizó a los grupos islámicos cachemires
La medida responde a las demandas de la India

Islamabad. - El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, declaró ilegales los grupos islámicos cachemires Lashkar-e-Toiba y Jaish-e-Mohammad, a los que India acusa por un atentado contra su Parlamento, que motivó la actual tensión prebélica entre ambos países. A la vez, la policía paquistaní realizó una ola de detenciones de unos 200 militantes islámicos de esas organizaciones.
En un discurso destinado a reducir las tensiones con la India, Musharraf acentuó su decisión de combatir a grupos fundamentalistas islámicos que actúan en Cachemira, tal como lo exigían Nueva Delhi, Estados Unidos y la Unión Europea. EEUU felicitó de inmediato la actitud del presidente de facto paquistaní.
A pesar de esto y de llamar a la India a resolver el conflicto cachemir "de acuerdo con los deseos de la población local y las resoluciones de la ONU", le advirtió a Nueva Delhi que no emprenda ninguna ofensiva militar en la zona.
"No intenten atravesar la frontera por ninguna parte, porque responderemos con todas nuestras fuerzas", afirmó el presidente en un mensaje enviado al primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee. El viernes, el comandante en jefe del ejército indio había amenazado con una masiva represalia nuclear a Pakistán.
El mandatario paquistaní agregó que el ejército "está desplegado y listo para enfrentarse a cualquier ataque. Ellos sacrificarán hasta la última gota de sangre para defender su país". Evidentemente, estas frases de su discurso iban destinadas a satisfacer el ánimo nacionalista y anti-indio del país, que es muy fuerte.
Al mismo tiempo, Musharraf aseguró que Pakistán seguirá prestando apoyo "moral y diplomático" a los cachemires que luchan por la secesión de la India de la parte de Cachemira bajo su control.
El presidente paquistaní también se refirió a las "violaciones de derechos humanos de parte de las fuerzas de ocupación indias" y pidió que la situación sea puesta bajo el control de observadores internacionales.
Por su parte, el grupo Lashkar-e-Taiba, con sede en Pakistán, prometió continuar la "guerra santa" en Cachemira, a pesar de la prohibición dictada por Musharraf.
"El gobierno de Pakistán no tiene ningún derecho de prohibir nuestra existencia porque somos un grupo de Cachemira que lucha contra los indios y seguiremos nuestra Jihad", declaró el vocero de Lashkar, Abdullah Sayyaf. (Télam)



Niños se manifiestan por la paz en Lahore, Pakistán.
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